Punto de Encuentro

¿Cuánto me cuesta su presidencia?

En estos momentos seguimos la línea de "empate técnico" puntos más o puntos menos, el país se divide en dos trozos: "Keikistas" y "Pedro Pablistas". No hay otra forma de determinarlo. En ambos, como en toda política, hay un acto de fe que se debe convertir en votos. No es un acto de fe en partido alguno, es en los líderes que postulan.

En las teorías del contrato social, grosso modo, el hombre entrega su "libertad natural" a cambio de seguridad y normas claras: lo que llamamos el Imperio de la Ley, luego de que se conviniera que el Leviatán (el soberano Rey) no era lo idóneo para los menesteres de las clases populares. Entonces luego convinimos la existencia de partidos que más o menos representaran élites "formadas" en los oficios del Estado (partidos de primera generación) que resultaron poco democráticos para las mayorías (alto costo); se dio paso entonces a los partidos de masas (segunda generación) que universalizaron el voto y tenían una doctrina e ideología clara para su militancia (estableciendo costos consensuados); luego devinieron en partidos clientelares o de tercera generación: los prometedores en tiempos de elecciones que quieren cuantitativamente arrasar y convienen costos por agrupación. Así que aún nos encontramos en esta etapa, partidos que han pasado de las ideologías, no poseen grandes militancias y se activan en la promesa electoral buscando clientes: votos.

¿Por qué votar por Keiko o por PPK? 1) Porque creo que es el mejor líder. 2) Porque detesto al otro y no dejaré que gane. 3) Porque me conviene directamente. Básicamente estas son las tres razones que llevan a una persona a votar. El detalle está en creerles. Tener la confianza en las tres opciones como válidas. Si es el mejor líder es porque siento que le conozco, ergo: confío. Si creo que detendrá al otro, ergo: confío. Si Me conviene directamente (digamos un programa social, una ley prometida o una política pública que me favorece) ergo: confío. O finalmente, porque es en quien "menos desconfío". ¿Cuál me costará menos?

Parece entonces que la mitad del país confía en Keiko y la otra mitad en PPK.  O una buena parte desconfía menos de Keiko, y otra de PPK. La clave está en la confianza.

En mi humilde opinión, las siguientes cuatro semanas deberán centrarse en eso. Confianza. Manejar una comunicación electoral que permita capitalizar credibilidad y establecer costos. Para ello deben hilar fino.

Cuando constriñes el tejido de la red de pesca de votos, es probable que captures mucho, pero también está el peligro de que te llenes de arena y se rompa la red. La validación de bolsones vía endoso puede funcionar muy bien o ser excluyente.

Lo que se va formando a medida que se esclarecen los equipos de trabajo, las asociaciones por endoso de grupos de interés y las declaraciones directas es cuál es el costo de que PPK o Keiko lleguen a la presidencia. Al final no hay partidos, en todo el sentido de la palabra, que avalen cuáles son los límites a la discrecionalidad de ambos candidatos.

Estamos ante la subasta la presidencia. ¿Cuál me cuesta menos libertad, prosperidad y derechos? Esa es la pregunta a responder.

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