Punto de Encuentro

Crecer para redistribuir: Desafío de la democracia en tiempos de pandemia

“Otra vez intentan desestabilizar, no al gobierno si no al país” frases lamentables de un gobernante que se burló de los peruanos y que lo deja hundido en la más profunda crisis sanitaria económica social y política. El señor Vizcarra, pretende distraer la opinión e indignación del país al enterarse de los graves actos de corrupción por el que es investigado y como no debe ser de otra manera el Congreso soberano promueve una vacancia por incapacidad moral, hoy justamente se debate, su admisión. Y aunque algunas bancadas ya han adelantado por razones explicables, que no apoyarán está justificada solicitud, la moción debería admitirse, para que a través del Congreso, Vizcarra explique la indignidad a la que ha sometido la institución presidencial, raro que un supuesto demócrata tenga miedo de dar explicaciones al país, solo los mitómanos, cobardes y corruptos le temen a esta ágora de la democracia.

En 1990 el presidente Alberto Fujimori decidió reemplazar la hoja de ruta nefasta que nos habían marcado las ideologías comunistas, que llevaron al país a la bancarrota y al imperio de las hordas criminales terroristas; ello, significó un gran sacrificio de los peruanos para que durante casi 30 años heroicamente reconstruya ladrillo a ladrillo la institucionalidad socavada por los incompetentes gobiernos. Hoy las elecciones del próximo año resultan ser cruciales, nos aprestamos a promover, participar y elegir a un nuevo gobierno cuya encomienda será rescatar a la patria de la desgracia que nos deja Martin Vizcarra.

Debemos tener presente que los dos últimos gobiernos se dedicaron a despilfarrar y gastar lo que no habían producido por eso es que no hay que caer en los cantos de sirena de aquellos que dicen que “antes de crecer debemos distribuir” esa vieja receta ya es conocida gastar lo que no tenemos y endeudarnos sin control, para generar una ficción de bienestar, luego vienen nuestros acreedores a pasarnos la factura y nos vuelven a nuestra triste realidad. El país necesita impulsar rápidamente su crecimiento para generar los ingresos que nos permitan redistribuirlos en salud y en educación; esa tiene que ser la prioridad de quién reciba el respaldo de los peruanos el próximo 11 de abril. Claro que sí se puede, si hemos sido capaces de sortear y derrotar al terrorismo y levantar al país de los escombros económicos en la década del 90, si podemos; pero como contraparte los casi 20 millones de peruanos que concurran a las urnas para elegir al gran conductor de la reconstrucción, debemos reflexionar, la importancia de la papeleta que depositaremos en las ánforas, no somos una república fallida porque hay en la mayoría de los peruanos la convicción de que si podemos superar la desgracia que dejará el binomio siniestro: Vizcarra – pandemia, más fondo ya no podemos tocar y el próximo año, en la celebración del Bicentenario de la República, debemos afirmar el pacto social duradero y sostenido que señale a las nuevas generaciones en lontananza, que su utopía si se puede hacer realidad; volveremos a construir un país próspero y desarrollado, ser capaces de generar un país viable que devuelva la dignidad a quienes durante varias décadas apostamos por este modelo de desarrollo. Solo produciendo cuero, podremos sacar correas.

Milagros Salazar de la Torre.

 

NOTICIAS MAS LEIDAS