(Demócratas y constitucionalistas causaron maremoto con su demanda de vacancia que no aún no concluye)
Por: Abraham Fudrini
Ante el maremoto político que causaron las fuerzas políticas y sociales constitucionales con su pedido de vacancia, el gobierno, para no caer del poder, fue obligado a unirse con mocos y babas a otras fuerzas políticas congresales que no son aliadas permanentes del gobierno de Perú Libre.
Las fuerzas democráticas arrinconaron al comunismo, obligando al partido Perú Libre a abrirse y ceder poder a otras fuerzas políticas difíciles de ensamblarse, con el gobierno en crisis, para conformar un bloque en el poder del Estado con capacidad de gobernar.
Ha pasado la "Primera Ola" de la crisis de la estructura económica, política y social que oficialmente nació el año 1950 y que después de otros momentos o coyunturas semejantes, durante su corta historia de siete décadas, hoy ha producido la "Primera Ola" de la coyuntura final de la aún presente estructura.
Después los grupos sociales y políticos decidirán, dentro del marco constitucional y la economía de mercado, (reconocido y aprobada en el Acuerdo Nacional) al bando socio-político que apoyarán.
Mi particular punto de vista es que hemos ganado esta “Primera Ola” de esta coyuntura, que ha producido un maremoto dentro del gobierno del Estado de Perú Libre, pues le ha obligado a continuar, teniendo que modificar las relaciones de sus fuerzas internas, creando así un amorfo y gelatinoso “frente único” de partidos que ahora se distribuyen el control (sin dirección) del Estado Peruano, adoleciendo de la imprescindible unidad política y de un aglutinador discurso ideológico único. Situación muy grave para el marxismo apitucado y achorado que está menos y más en el poder durante una década.
Después del 7 de diciembre de 2021, Perú Libre está peor que cuando asumió dudosamente el gobierno del Estado.
Esta coyuntura o momento se caracteriza porque las fuerzas sociales y políticas se empiezan a separar en dos grandes bandos, con sus respectivas prensas, agrupaciones de la sociedad civil, etc., dentro de una ruta democrática y constitucional que debe resolverse en dos opciones políticas radicales: Reforma o Revolución.
En caso las fuerzas políticas al interior del Estado se contraigan y generen una "suma cero" o “vacío de poder”, las Fuerzas Armadas se podrían pronunciar y presentarse como una tercera fuerza que llene ese “vacío de poder” generado, debiendo llamar a nuevas elecciones a corto plazo o asumir ellas mismas la reforma o la revolución de las estructuras económica, jurídico-política y social (1950-2021) que tienen que cambiar radicalmente, pues de lo contrario se podría abrir en Perú un proceso hacia una opción trágica: la guerra civil.
Que no se tome ligeramente que el suscrito está planteando una opción trágica. Cuando hablo de las Fuerzas Armadas, me estoy refiriendo a un pilar de la misma estructura del Estado, que desde el comienzo de la segunda mitad del siglo XX creó el CAEM (Centro de Altos Estudios Militares) para aprehender el sentido social de la historia, contando durante décadas con una formación técnica-militar y social de alta calidad. Todo esto bajo la moral, la disciplina y los principios que unifican la profesionalidad de ellas,
Las circunstancias y hechos sucedidos durante los casos ascensos, son situaciones que se presentan durante todos los gobiernos, pero que no comprometen a esta institución básica del Estado, cuyos miembros tienen vocación social y puntos de vista que para nada cuestionan su juramento de defender la Constitución Política sin intervenir apoyando a ningún grupo político y con la seguridad de asegurar la continuidad que le da la fuerza legítima y legal para rechazar y vencer a los enemigos internos y externos que pretendan violar a la Patria.
Suiza, 8 de diciembre de 2021.