Punto de Encuentro

Barinas: símbolo de Venezuela, no del chavismo.

20 Enero, 2022

Luis Yntor

Por: Luis Yntor.

Las elecciones del 9 de enero realizadas en el estado de Barinas, Venezuela, muestra a un pueblo valiente y con gallardía que ha dado una lección de coraje. Sergio Garrido cándidato opositor del bloque de la MUD, ganó la Gobernación Barines por un amplio margen de votos, al oficialista Jorge Arreaza, ex yerno de Hugo Chávez quien pierde en un estado bandera del chavismo, cuna del fallecido presidente. Esta  es la segunda victoria de la oposición, pues el Tribunal Supremo de Justicia anuló el resultado de las votaciones del 21 de Noviembre, obligando a una nueva elección, y luego con otros actores pero en la mismas posiciónes, vuelve a ganar la oposición y ya no con el menos de 1% de diferencia, sino con un arrollador 14%.

Se habla que el resultado de las elecciones en Barinas es parte de un plan para legitimar a Maduro, expresión que está lejos de la realidad, pues ningún dictador con el poder de hacer fraude se dejaría humillar en un estado símbolo del chavismo, más aún sabiendo que para el narco-régimen, Barinas es un estado estratégico por la presencia de la guerrilla colombiana y vários de los carteles colombo mexicanos. EEUU y la UE no reconocerán a Maduro, le seguirán viendo como un delincuente narcotirano. Ni levantarán las sanciones, tampoco devolverán el oro confiscado, la Corte Penal Internacional no dejará la investigación. Está tan mal visto este sujeto, que la recompensa por su cabeza continuará.

El pueblo es sabio y paciente. Dos veces el pueblo de Barinas ganó al autoritarismo y al vil ventajismo del régimen en un estado cuna de Hugo Chávez. Maduro concentró todos los recursos de poder y fuerza, sometiendo a Barinas al acoso psicológico y al vulgar chantaje, aún así, el pueblo salió a votar con más decisión. En Barinas, el Gobierno anuló las elecciones, inhabilitó candidatos, tuvo un CNE imparcial, no hubo observación internacional, censuró medios de comunicación, miles de promesas, regalaron neveras, lavadoras, cocinas, gas, movilizaron a la Dirigencia Nacional del PSUV, llegaron autobuses llenos con electores de diferentes estados, sitiaron a la gente con 25 mil militares y policías. Han gastado más de un millón de dólares en campaña y no pudieron doblegar la voluntad del pueblo Barines.

El triunfo de la MUD en Barinas, es el triunfo del descontento. Es un llamado de atención al abstencionismo, a la división y al sucio clientelismo chavista. La gente no votó con un sentido partidista, el pueblo también votó porque se cansó de ser gobernados por la familia de Hugo Chávez, el clan Chávez, quienes se han llenado los bolsillos, mientras el pueblo continua en medio de sangre, sudor y lágrimas. A la oposición de Barinas se ha unido la oposición chavista, decepcionados y cansados de las mentiras y promesas falsas del chavismo. Decenas de obras millonarias en Barinas, que nunca se cumplieron, como el Aeropuerto Internacional, el Hospital Oncológico, el puente sobre el río Anaro, el Oleoducto con salida al Pacífico, la refinería batalla de Santa Inés y otras, todas con mucho presupuesto, pero nada de ejecución.

Ni el abstencionismo ni la propuesta de intervención militar han contribuido a sacar del poder a la narcotirania de Maduro. La estrategia de fomentar la abstención ha favorecido siempre al Chavismo, no se dan cuenta que en la práctica están aceptando a los gobernadores chavistas que ganan con bajo porcentaje de votación. El problema también  está en la desunión de la oposición, pues el chavismo cada vez que hay elecciones muestra su carácter unitario con un 1 solo candidato, en tanto la oposición con más de 10. Gran parte de la dirigencia opositora tiene más de 4 años diciéndo a la gente que no vaya a votar, para no dar legalidad al régimen y algunos usan esa estrategia abstencionista para negociar prebendas, y al final la dictadura sigue en el poder. El chavismo comete errores, no todo les sale como quiere, lo que si tiene es capacidad para dar vuelta a las derrotas. Se debe entender que en 20 años, Leopoldo y Capriles, a pesar de la buena voluntad no han logrado sacar al régimen chavista, ni Guaidó con su gobierno paralelo ha podido desgastar a Maduro. La oposición tiene que reformular su estrategia dentro de un marco de unidad, para que la narcotirania deje el poder, caso contrario envejecerán con los buenos deseos pero sin nada concreto y el régimen seguirá consolidándose.

La reunión de Maduro con Garrido ha sido protocolar y sirve para medir el peso de ellos como autoridad y aunque el dictador es impredecible se espera que Maduro no tome represalias, tal como ha sucedido con otros gobernadores opositores y entregue los fondos a la Gobernación. Ni tampoco anuncie un protector Chavista con autoridad por encima de Garrido. Considero que esa reunión no es una sumisión, pues guste o no, aunque ilegítimo e inmoral, Maduro detenta el poder ejecutivo, maneja la hacienda pública y las transferencias. La actitud de Garrido es una actitud de estrategia política, que sabe  que tiene q tener soluciones reales y tangibles, sabe que tiene q tener recursos para financiar una gestión exitosa en la Gobernación de Barinas, sabe que todos los reflectores están hacía él y sabe también que no solo ha ganado con el voto de la oposición derechista, sino también con el voto opositor chavista, desencantado y  cansado del engaño al que ha sido sometido por los Chávez.

Oposición venezolana hay mucho por hacer.

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