Punto de Encuentro

¿Y después de la bajada del Dólar qué?

A la fecha existe una especie de celebración por sectores cercanos al gobierno por la ligera baja del precio del dólar como si estos fueran responsables de dicha situación o como si esto en realidad no dependiera de factores totalmente externos a sus acciones como gobernantes. Lo cierto es que pensar así resulta casi tan falaz y demagógico como la popular frase de “no más pobres, en un país rico”. 
Existen dos factores fundamentales que permiten que el dólar haya bajado: una es la alza en el precio de los minerales (sobre todo del cobre) y, por otro lado, el alza de la tasa de interés referencial dictado por el BCR (clásica medida para controlar la inflación). Una tercera razón no tan directa es la estabilidad política, ya que se ha reducido ligeramente la inestabilidad política al verse cada vez más improbable que el referéndum de reforma constitucional  promovido por el Partido del Lápiz y que hoy, curiosamente, también el JNE liderado por el cuestionado Salas Arenas sale a decir que se hagan referéndums ya que dicha institución está en capacidad de llevar esas elecciones. 
Sin duda, la estabilidad económica depende de muchísimos factores y resulta sumamente complejo, no obstante, sabemos que cuando algunas cosas fallan la misma puede que la economía de un país caiga y perjudique sobre todo a los que menos tienen. 
Uno de esos factores que no pueden fallar es garantizar una adecuada recirculación de la riqueza con la finalidad de que los mercados se mantengan dinámicos y que dicho dinamismo permita a los agentes del mercado logren satisfacer sus necesidades a través del aprovechamiento de dichos recursos, cuestión que se ve agravada por la pandemia que ha llevado a que muchas personas pierdan su trabajo o pequeñas fuentes de dinero.
Hoy el gobierno, más allá de la aprobación de bonos, no está implementando ninguna medida suficiente para lograr el crecimiento económico, ni la recirculación de dicha riqueza a los que menos tienen ya que, aparentemente, la prioridad es seguir manteniendo reuniones oscuras en un inmueble de Breña y la asignación de gente no preparada en cargos en los que se necesitan técnicos capaces.
Hoy, la política se degrada cada vez más, se normalizan las argollas y la arbitrariedad, mientras que aumenta la pobreza en el país que soñó y creyó en la frase de “no más pobres en un país rico”.

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