Punto de Encuentro

La inseguridad ciudadana en tiempos de la izquierda:

No es una posición ideológica sino de resultados. La izquierda marxista se caracteriza por la confrontación y el desorden. No construye; es experta en destruir, dividir y restar. Nunca ha sumado, ni lo hará ahora en el gobierno de Pedro Castillo y Cerrón (Vladimir). La expulsión de Dina Boluarte del Partido Perú Libre y la confrontación a la interna del Ministerio del Interior, causada por el ministro Guillén, son una muestra actualizada.

Como antecedentes, recordemos que Avelino Guillén Jáuregui se convirtió en el “alfil anticorrupción” del candidato Kuczynski, y al ganar la elección no ocupó ningún cargo público, solo se mantuvo como asesor cercano del presidente Pedro Pablo, y luego, con el Vizcarrato, mantuvo un perfil bajo frente a las elocuentes pruebas de los delitos y corruptelas del “lagarto”. Hagamos memoria: a su foto con la “caviarada” en pleno (Gino Costa y de Belaunde) en el ojo que llora (un solo ojo), sumémosle que nunca hemos escuchado, del ex fiscal persecutor de Fujimori, una declaración o muestra firme de su oposición férrea al terrorismo de sendero

El hoy ministro del interior y jefe de la DIRCOTE, que ha sido un “socio” y defensor férreo del Equipo Lava Jato, es responsable del enfrentamiento con el Comandante General de la Policía Nacional: Javier Gallardo. Su cartera (sector interior que debe velar por la seguridad ciudadana de todos los peruanos) hace lustre de su histórica filiación ideológica con la izquierda comunista y crea caos, desorden e inseguridad.

Todo lo contrario, a presentar un plan o estrategia clara y contundente para enfrentar a la inseguridad ciudadana que campea: secuestros, sicariatos, robos con ferocidad, etc., está enfrascado en esta pelea con el comandante general, con quien debió, desde un inicio, ejecutar una acción de lucha contra la delincuencia. Todo esto es de conocimiento público y ya rebasó los límites de la sostenibilidad. Es evidente que la voluntad del ministro en cuestión es la de seguir causando caos y desorden, y así declarar a la ciudad de Lima en emergencia, y sobre ello, politizar a la policía y perseguir a los opositores políticos. De eso no le quepa la menor duda estimado lector, porque ya viene ocurriendo.

La seguridad ciudadana no es importante para Avelino Guillén. Él tiene que seguir con su agenda esbozada desde el Paniguaismo nefasto, con sus cómplices Garcia Sayán y el tesorero en Lima de Soros: Gorriti y su IDL. Destruir y Dividir es vencer: su lema. En sus 30 años de trabajo consideramos que, en vez de luchar contra la corrupción y la impunidad, la ha alentado por omisión y nunca ha perseguido a los verdaderos corruptos (ellos: los de la izquierda como la Villarán, la Glave, la Mendoza) por eso fue premiado en el 2009 por la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos. Este Ministro debe irse hoy. Es nuestra opinión hasta el día de hoy en Perú aún libre.

François Novaro

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