Punto de Encuentro

Corrupto e ineficiente

Como venimos sosteniendo desde hace varias semanas, el tándem Castillo/Cerrón han decidido que después de ellos, viene el diluvio. A un año de “gestión”, el supuesto gobierno del cambio, “de los nadies”, es uno de los peores de la historia. Y no es una exageración.

Ministros que duran días, oscuros personajes con intereses subalternos detrás del presidente, resentimiento y mediocridad en las más altas esferas del Estado, entre otras perlas. La elevada rotación de los ministros y la burocracia no permite generar sostenibilidad a las políticas en el mediano y largo plazo. Es evidente que Castillo trata de sostener su gobierno pensando en el día a día, porque sabe que va a caer en cualquier momento. Esa situación, más el desconocimiento de la buena gestión pública y sus competencias, y la evidente corrupción, están llevando al país al abismo de la pobreza y del subdesarrollo. En su estulticia, pensó, el inefable chotano, que sus diplomas bamba de magister (regalo del nefasto Acuña) iban a validar formalmente una manifiesta y bastante evidente ignorancia real.

Lo más grave radica en que no están muy interesados en cambiar. Quieren poder y dinero para sostener su proyecto. Es la misma versión del chavismo, el mismo sórdido libreto. Pero al menos Chávez tenía una proyección de hegemonía regional, autoritario y populista, pero lo tenía. Castillo piensa que dirigir el país es igual que dirigir un sindicato, todo se hace “transando”. No tiene idea de nada.

Nosotros seguimos en la línea de impulsar una necesaria agenda social. Los políticos que pensamos más allá de la coyuntura política y de las mezquindades de este defectuoso gobierno, creemos que también existe una necesidad de plantear el enorme problema de la reforma del estado. Un estado ni grande ni pequeño, un estado necesario, ágil, no divorciado de la realidad, socio de los emprendedores, respaldo técnico de los agricultores. Eso es hacer política, Sr. Castillo. No jugando, como su jefe Cerrón, al revolucionario barato.

La verdadera revolución es la de la innovación, la transferencia tecnológica, la de las pymes. La transformación de la matriz energética, la reforma ecoamigable del transporte público. Todo ello con un profundo sentido de lo social, impulsando una agenda impostergable. Nosotros, Sr. Castillo, pensamos en el último compatriota del más lejano caserío de la frontera. Sea amigo, compañero, aliado o rival.

Para ayudarlo (suponiendo que aún le queda algo de buena fe), le damos algunas ideas que pueden gestarse sin mucha demora, que producirán impactos positivos y que están dentro de su competencia (no necesita cambiar la Constitución para lograrlas):

1.- Investigación del programa vizcarrista “Reactiva”: ¿Qué pasó con los millones que usó Vizcarra “a gusto y piacere”?

2.- Discriminación en Migraciones: Una de las peores instituciones del Estado, violadora sistemática de derechos humanos de los migrantes (discriminación, violencia psicológica, etc.)

3.- Deficiencias en la atención de ESSALUD e investigación de las compras públicas en pandemia: millones de soles que fueron gastados mediante una mayor discrecionalidad para agilizar el gasto con compras sobrevaloradas o al dedo.

4.- Mejorar la capacidad de gasto de los gobiernos locales mediante apoyo técnico: Los gobiernos locales tienen recursos, pero no los gastan. ¿Qué difícil es entender que hay que lograr que gasten al 100%? ¿Podemos trazarnos como objetivo nacional lograr esa meta?.

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