Desde hace muchos años, las películas de Kung Fu comenzaron a circular en diversas partes del mundo y estaban despertando la curiosidad de la gente. Con la aparición de los gritos exóticos y la rapidez de movimientos de Bruce Lee, la fiebre a esta arte aun nos ponía más locos. Gracias a sus películas de Bruce Lee, Hombre de Kung Fu se convirtió en un pronombre a los chinos. Muchos extranjeros pensaban que todos los chinos saben Kung Fu, si en el caso que alguien quería robar o asaltar en la calle, viene un chino, solo se tiene que poner en una pose de Kung Fu y grita “Yaaaaaaaa”, los ladrones se irían corriendo.
Hay muchos estilos de Kung Fu que existieron durante una larga historia en China. Estos estilos se transmitieron a través de familias, escuelas, templos y ejércitos. Los maestros de cada generación agregaron los contenidos de estas artes dependiendo a sus propios conocimientos y puntos de vista filosófica y dejando aportes para que esta arte se estableciera como una parte muy brillante de la cultura China. Hoy, aunque Kung Fu ha perdido su sentido de sobrevivencia en la guerra como objetivo principal, esta sigue teniendo un lugar muy importante no solamente en fortalecimiento del cuerpo, sino también en el espíritu y la mente para superación de China como una gran nación.
No existe un gran maestro de artes marciales ignorante. Para ser un gran maestro de su estilo, no solo tenía que mostrar su habilidad en la práctica, también tiene que enseñar a sus discípulos en teoría. Si algunos amigos tenían oportunidad de leer los libros de artes marciales chinos, admirarán la sabiduría de los maestros. Los libros teóricos de Kung Fu contienen muchísimos conocimientos en ciencias naturales, ciencia de la salud, historias y filosofía de vivir. Cada libro es un tesoro para leer miles de veces, y cada vez logrará comprender mejor las sabidurías. En mi propia experiencia, Kung Fu es el camino de conocerse uno mismo. Nunca terminaría de aprender.
Empezó mi vida de Kung Fu cuando tenía 7 años. Tuve suerte que el gran maestro Ou Chaowing (presidente de Asociación de Artes Marciales Chinas de Hong-Kong durante 1987 a 1995) es uno de los primos de mi madre. Fui obligado a practicar porque mi tío dijo que yo tengo la predisposición de ser un gran maestro. No me gustaba en el comienzo, pero pronto empecé a sentir diferente mi cuerpo. No solamente más hábil, sino tenía mucha energía y una memoria sorprende en mejor rendimiento a mis estudios.
En el 1999, tuve la suerte de ser discípulo del amigo de mi tío, el gran maestro Zhang Jianping (fue uno de los maestros de Jie Li), que luego también llegó a ser discípulo de su hermano Zhang Shuhua, el entrenador de Shuaijiao del equipo municipal de Xuzhou y presidente de Asociación de estilo Ba Gua de la misma ciudad. Los dos maestros me presentaron al maestro Zhang Qingju, entrenador general del ejército del Comando Regional de Guangzhou. Fue una gran experiencia participar en los entrenamientos y enseñanzas de lucha libre en la fuerza especial militar de china.
He tenido experiencia de enseñar Kung fu no en Vancouver (Canadá) y Cajamarca (Perú). Sinceramente no fue un éxito. Primer lugar, no quiero promocionar en manera comercial y cambiar los principios de enseñanza. Segundo, difícil de encontrar practicantes persistentes con fuerza de voluntad. Sin embargo, continúo mi enseñanza, no solamente por amor a esta arte, sino también por la gran responsabilidad frente a la fe de mis discípulos que considero también como mis amigos y hermanos.
Aprovechando mi columna en este medio, quiero invitar al público en general busca mas información sobre filosofía de Kung Fu. Porque realmente es un beneficio para la salud física y mental. No es una publicidad, porque no vivo en ingreso de arte marciales. Solo quiero que más gente conozca esta arte y sus beneficios por su simple y efectiva práctica. Porque desde el día que yo decidí ser un peruano de corazón, quiero siempre brindar mi aporte para este hogar. No en pensamiento, sino en acción.
Chengzun Pan