Los problemas comunitarios en el Perú tienen una larga historia, desde hace más de una docena de años se presentan cientos de casos cada año. Este tipo de problemas se convierten en el dolor de cabeza tanto para el gobierno como para las empresas. Afortunadamente, la mayoría de casos son grandes truenos y lluvias pequeñas, y a menudo terminan con un resultado satisfactorio para ambas partes; por lo que tanto las partes en conflicto, como el mediador están acostumbrados. Pero los inversionistas extranjeros que no entienden las reglas del juego a menudo se desaniman, lo cual es la razón principal por la que hasta ahora no ha habido una gran ola de inversión extranjera en Perú.
El Perú es muy importante en América Latina tanto en términos de ubicación como de valor económico, y desde que Fujimori llegó al poder en la década de 1990, la economía ha tenido una tendencia ascendente. Aunque su crecimiento ha estado estrechamente relacionado con el aumento de los precios de los minerales, pero el crecimiento es crecimiento, y nadie puede negar este duro indicador. Originalmente, durante el reinado de Fujimori, su gobierno de mano dura hizo que las organizaciones terroristas se quedaran sin espacio gradualmente, y la práctica de controlar los medios de comunicación también hizo imposible que las diferentes opiniones políticas tuvieran voz. Si dejamos de lado la simple evaluación de si este enfoque es correcto o incorrecto, podemos ver que la economía de hecho estaba creciendo rápidamente durante ese tiempo, y los problemas de la comunidad estaban lejos de ser la razón principal para los problemas de los inversionistas. Con la caída de Fujimori y el auge del populismo, los conflictos comunitarios se han disparado año tras año.
Hablando racionalmente, el propósito de protestar mediante el bloqueo de carreteras nacionales o conflictos violentos no es un invento del pueblo peruano, es una característica común de los países latinoamericanos. La razón es que además de la falta de autoridad y carisma de los líderes, el enorme contraste entre las elocuentes promesas de los políticos en las elecciones y la inacción después de asumir el cargo hace que las personas sientan que el gobierno no puede resolver los problemas. Por el mismo motivo, en la provocación y organización de algunos personas o grupos interesados, uno tras otro movimientos de masas aparentemente entusiastas no son más que un trato bajo la mesa. Al final, los organizadores obtuvieron la mayoría de los beneficios y los participantes también obtuvieron pequeñas ganancias, pero el problema fundamental no se resolvió, por lo que se presagiaba otro conflicto.
En todos los conflictos, tres puntos son claves. Eso es averiguar quiénes son las partes del conflicto, quién es el organizador y quién es el mediador. Por supuesto, también puede decir que se debe saber cuáles son las demandas de la gente, pero en realidad esto no es tan importante. Los antiguos solían decir "Si quieres buscar una excusa para culpar alguien, siempre encontrarás.", y eso es lo mismo hoy. Todos los problemas y demandas planteadas no son la clave, la "gente" es la clave. No es que el "problema" no sea importante, pero es más importante averiguar si el personal en los tres aspectos mencionados anteriormente quieren resolver el problema.
Recuerdo que en el año 2010 llevé a una delegación de tres cámaras de comercio peruanas a visitar la Zona de Desarrollo Económico de Yancheng en la provincia de Jiangsu, China, los amigos peruanos que participaban en la delegación en ese momento les preguntaron al subjefe de distrito (quien estaba a cargo del recibimiento) "¿Cómo controlan y administran tantas empresas extranjeras en Yancheng?" En aquella vez, la respuesta del funcionario chino fue: "¿Por qué necesitamos controlarlas? El control solo cuando ellas violaron la ley. Como gobierno, el trabajo principal nuestros es facilitar la inversión y dejar que ellos ganen el dinero. Tal vez el pragmatismo oriental no es fácil de aplicar en el Perú, un país que importa excesivamente la apariencia y actúa solo con emociones. Sin embargo, pero si el gobierno no tiene la capacidad calcular, no tiene la tolerancia a las inversiones extranjeras, y no tiene el poder de hacer entender la masa, entonces, ¿Cuál es la función de gobierno?
Los problemas de la comunidad en Perú son, por supuesto, complicados, porque las perspectivas de los intereses de las personas beneficiadas, las personas serán beneficiadas, las víctimas y los inversionistas suelen tener diferentes posiciones según sus puntos de vistas. Si se desea resolver el problema, además de comprender los intereses públicos y egoístas de cada grupo interesado, también es importante aprender a ser buenos amigos y tenemos un trato como ser humano mutuamente.
Chengzun Pan