Punto de Encuentro

Argentina 2023: Milei barrió en el ballotage

  • Rafael Rodríguez Campos

El domingo 19 de noviembre 27 millones de argentinos concurrieron a las urnas para elegir al sucesor del presidente Alberto Fernández, y así gobernar durante el periodo constitucional 2023-2027, alargando el ciclo de democracia ininterrumpida de 40 años que se inició con la caída de la dictadura militar (1976-1983) y la llegada al poder del ex presidente Raúl Alfonsín, uno de las grandes líderes de la Unión Cívica Radical.

Los resultados

Así, con casi el 100% de las mesas escrutadas, el libertario Javier Milei, candidato de La Libertad Avanza (agrupación identificada con la derecha) con el 55% de las preferencias se impuso ante el oficialista Sergio Massa, candidato de Unión por la Patria (coalición identificada con el peronismo/kirchnerismo), que obtuvo el 44% de los votos. Cabe precisar que en esta oportunidad el nivel de participación fue de 76% y el porcentaje de votos blancos y nulos alcanzó el 3%. Con ello, Milei asumirá el cargo de presidente de la república de Argentina el próximo 10 de diciembre.

La palabra de Massa

El primero en aparecer, pasadas apenas las 8 de la noche, y una vez conocidos los primeros resultados oficiales transmitidos por la Dirección Nacional Electoral (que marcaban una tendencia irreversible), fue Massa, quien se subió al escenario del Complejo Art Media para reconocer democráticamente la derrota de Unión por la Patria e indicó que Milei sería al próximo presidente del país, señalando que se había comunicado con él para felicitarlo por ser el nuevo presidente de Argentina.

En un discurso escueto, el actual ministro de Economía resaltó el esfuerzo y el compromiso de la militancia peronista subrayando que el camino propuesto por su agrupación estuvo guiado por la defensa de la educación y la salud pública como valores esenciales, así como por la promoción del trabajo, la producción y el progreso para todos.

Del mismo modo, señaló que a partir del lunes 20 de noviembre la responsabilidad de dar certezas es de Milei, y por ello convocó al presidente electo y al actual jefe de Estado, Alberto Fernández, para que inicien cuanto antes la transición gubernamental.

Por último, subrayó que estas elecciones han demostrado -una vez más- que Argentina cuenta con un sistema democrático sólido, con una administración electoral capaz de garantizar resultados de manera transparente, los mismos que deben ser respetados por todos los ciudadanos.

La palabra de Milei

Luego, le tocó el turno al ganador de la jornada, quien apareció en el escenario del Hotel Libertador para pronunciar su primer discurso como presidente electo. Sus primeras palabras fueron para indicar que “hoy comienza la reconstrucción de Argentina”. Asimismo, le agradeció el triunfo al equipo que hizo posible la elección del primer presidente libertario, pero sobre todo a su hermana Karina y a Santiago Caputo, a quien describió como “el verdadero arquitecto entre las sombras”.

Luego, reconoció la labor de los fiscales que a nivel nacional cuidaron el voto, así como la labor de Mauricio Macri y Patricia Bullrich, quienes, en palabras del nuevo presidente, trabajaron de manera desinteresada para la victoria de La Libertad Avanza. Gracias a todos ellos, dijo Milei, hoy “volvemos a retomar las ideas de Alberdi y de los padres fundadores”. Ello supone abrazar tres principios claros: 1) gobierno limitado (que cumple a rajatabla con los compromisos que asume); 2) respeto por la propiedad privada; y 3) comercio libre. Así, “el modelo de la decadencia ha llegado a su fin, no hay vuelta atrás”, sentenció Milei.

En el último tramo de su discurso, le pidió al actual gobierno nacional “que se haga cargo” hasta el 10 de diciembre de dirigir al país. Luego, de manera bastante clara (aunque quiso ser sutil), advirtió que habrá un programa de shock económico que no es otra cosa que un duro ajuste fiscal.

El gran perdedor de la jornada

Ahora bien, y a pesar de que la cara visible de la derrota es la de Sergio Massa lo cierto es que el gran perdedor de la jornada ha sido el peronismo/kirchnerismo que como espacio político terminó siendo barrido a nivel nacional, y lo fue porque en esta oportunidad le tocó representar a eso contra lo que la gran mayoría de argentinos votó: la continuidad.

A continuación, algunos datos que confirman lo antes indicado:

Primero: mientras Milei creció 25 puntos entre la primera y segunda vuelta, Massa apenas aumentó sus votos en 8 puntos. Con ese desempeño electoral era imposible una victoria oficialista.

Segundo: Massa apenas ganó en 2 provincias (Santiago del Estero y Formosa) y en la provincia de Buenos Aires, otrora bastión del peronismo, apenas logró imponerse a Milei por 1 punto, con lo cual era imposible que le pudiera hacer frente a la avalancha de votos que Milei obtenía en el interior del país.

Tercero: Milei ganó en 20 provincias y la Ciudad de Buenos Aires. Es más, en algunas provincias obtuvo una diferencia de más de 20 puntos como fue el caso de San Juan (60 vs 39), San Luis (67 vs 32), Santa Fe (62 vs 37), Mendoza (71 vs 28) y Córdoba (74 vs 25).

Cuarto: Milei incluso ganó en provincias en las que históricamente (incluyendo la primera vuelta) siempre se impuso el peronismo. Por ejemplo, en Corrientes (53 vs 46), La Rioja (53 vs 46), y Tucumán (51 vs 48).

Quinto: a diferencia de lo ocurrido en la primera vuelta, esta vez Milei también se impuso al peronismo/kirchnerismo en casi todo el norte de Argentina. Así lo podemos apreciar en Jujuy (58 vs 41), Salta (57 vs 42), Catamarca (52 vs 47) y Chaco (50 vs 49).

En suma, estamos ante lo que para muchos constituye una nueva etapa en la historia política argentina. Es más, me animaría a decir que esta elección cierra un ciclo de gobiernos peronistas de centro izquierda que se inició en 2003, salvo por una pausa de cuatro años del gobierno de derecha de Mauricio Macri (2015-2019), y que tuvo como figuras estelares a Néstor y Cristina Kirchner.

El país que recibe

Ahora bien, más allá de la gran victoria electoral conseguida por el libertario en este ballotage, lo cierto es que a partir del 10 de diciembre asumirá las riendas de un país que atraviesa la peor crisis económica en más de 20 años con una inflación anualizada de 143% y con más de 40% de argentinos que viven debajo de la línea de pobreza (ya se habla de 15% de indigentes).

¿Podrá Milei cumplir con sus promesas?

Frente a ello, durante la campaña Milei repitió que para resolver los problemas económicos de Argentina es necesario hacer lo siguiente: 1) Reemplazar la moneda nacional con el dólar (es decir, dolarizar la economía); 2) Eliminar el Banco Central de Reserva; 3) Reducir al máximo el gasto público (ajustando los sectores de salud, educación y desarrollo social que serán fusionados en un solo ministerio, al que denominaría “Capital Humano”); y 4) Privatizar la economía al mayor grado posible bajo la premisa “todo lo que deba estar en manos del sector privado estará en sus manos”.

No obstante, lo antes señalado, lo cierto es que muchas de las propuestas expuestas por Milei requieren necesariamente la aprobación del Congreso de la República. En esa línea, muchos ya se peguntan si Milei tendrá la capacidad suficiente para generar los consensos políticos que hacen falta para lograr la aprobación de estas reformas.

Decimos ello, pues como expusimos en una columna previa: “estas elecciones configuraron un Congreso Nacional sin dominios claros. En Diputados, el peronismo perdió 11 bancas y se queda con 127 curules, lejos de los 129 que le hubieran asegurado mayoría. Los libertarios de Milei tendrán 38 miembros (35 más de los que tienen ahora) y la alianza formada por macristas y radicales pasa de 118 a 94 curules. Ahora, en Senadores Unión por la Patria conserva sus 31 bancas, Juntos por el Cambio se queda con 24 curules (pierde 9), La Libertad Avanza alcanza 8 escaños (no tenía ninguno), Unidad Federal obtiene 4 bancas (pierde 1), Frente Renovador de la Concordia Misionero conserva sus 2 bancas, al igual que Por Santa Cruz con 2 escaños y Juntos Somos Río Negro con una curul. Por tanto, estamos ante un Parlamento fragmentado que no presenta mayorías claras en las cámaras, con lo cual aprobar reformas importantes -como las que propone Milei- exigirá grandes esfuerzos de concertación y diálogo político”.

¿Por qué ganó Milei?

Seguramente la victoria de Milei, cuyo partido con el que llega a la Casa Rosada apenas tiene 2 años de fundación, será estudiada por los especialistas como uno de los fenómenos políticos y electorales más importantes de América Latina. Sin embargo, luego de haber seguido con atención este proceso electoral nos animamos a compartir algunas razones por las que ganó Milei.

Primero: logró representar el hartazgo frente al orden establecido ofreciendo una receta (que defendió constantemente) para resolver la agobiante crisis económica y social de Argentina.

Segundo: logró que esa receta (impopular para muchos) terminara siendo votada por los sectores más castigados por la crisis que decidieron hacer suyas las reformas que -como afirman algunos- recuerdan a la “cirugía sin anestesia” de Carlos Menen durante los noventa.

Tercero: logró concretar lo que algunos habíamos indicado al conocer los resultados de las PASO y de la primera vuelta. Es decir, con un 55% de electores que habían apostado por una propuesta de cambio (hacia la derecha) en ambas elecciones era probable que el candidato opositor tuviera la primera chance de ganarle al partido de Gobierno. Dicho sea de paso, ello únicamente confirma la regla de que en América Latina en las últimas 25 elecciones competitivas solo en Paraguay el candidato oficialista logró la victoria presidencial.

Cuarto: más allá de los esfuerzos de Massa (que demostró aplomo y serenidad durante toda la campaña), la pregunta que muchos nos formulamos al inicio de este proceso fue: ¿Es posible que el partido de gobierno pueda ganar con un contexto económico terrible (inflación de tres dígitos) y niveles de malestar social tan significativos? Bueno, hoy el 55% de los argentinos dijo no y prefirió correr el riesgo del salto al vacío castigando duramente al peronismo/kirchnerismo que gobernó Argentina desde 2003, salvo el interregno de Mauricio Macri, como ya lo indicamos.

Apunte final

Más allá del resultado, y de si Milei -como ocurre en muchos otros casos en la región- logra o no cumplir con todas las promesas ofrecidas durante la campaña electoral, lo cierto es que, por el bienestar del pueblo argentino, y de la propia democracia en la región, esperemos que tenga éxito, y que tanto su gobierno como la oposición trabajen para fortalecer el estado de derecho, los derechos humanos y la democracia argentina.

 

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