La ideología de género es un absurdo, lamentablemente ha calado en la sociedad, medios de comunicación, seudoacadémicos, instituciones del estado, siendo que en la actualidad vemos decisiones judiciales en ese sentido (Perú, Colombia, Argentina) e incluso leyes (España, uno de los países más permisivos en la libre autodeterminación de género).
“El derecho fundamental que se ha reconocido en la sentencia es a la identidad, reconocido por la Constitución, aunado a la identidad de género y al derecho a la dignidad de toda persona a ser reconocida como tal y respetada, y al de igualdad, establecidos, además, en la Corte Interamericana de Derechos Humanos” (Sentencia Expediente N° 00131-2023-0-1001-JR-CI-06)[1]
Tenemos que partir de la premisa de que existe la realidad objetiva, y lo que se pretende es imponer una autopercepción diferente de la realidad objetiva a todos los demás. Ahora, mediante una resolución del Poder Judicial que no tiene nada que ver con el reconocimiento de los derechos de estos colectivos, se va en contra de la biología con efectos adversos a la seguridad jurídica.
El estado asume la teoría sexual de un colectivo minoritario, como si todos tuviéramos la obligación de darla por verdadera. Imponiéndose una nueva ortodoxia mediante el peso de la judicatura y la ley. Si se tratara sólo de luchar contra la discriminación, bastaría aplicar la legislatura vigente, la cual ya prohíbe la discriminación a estos grupos colectivos.
La judicatura está respaldando una teoría de la sexualidad, según la cual el sexo biológico no tiene nada que ver con la identidad sexual. Sólo importa la identidad que el sujeto dice sentir. Entonces, se reconoce la autodeterminación de género en el registro civil, obligando a los demás a reconocerla y aceptarla. Teoría legítimamente discutida y no exenta de contradicciones.
No es una cuestión de voluntad ser hombre o mujer. La voluntad, el sentimiento no está por encima de lo que somos. Es una mentira que ha calado tanto, que renuncia al pensamiento crítico, a la reflexión racional, abandona toda lógica.
La identidad es un proceso que se inicia cuando nacemos y que tiene lugar en la relación con los demás, tiene dos dimensiones. Convertir el sexo en irrelevante, el sexo que es una realidad material, por el género, que sería para ellos solamente una construcción social.
Lo que se cambia en el registro civil es el sexo, siendo una ficción jurídica, no obstante el sexo se encuentra inscrito en nuestras células (ADN) y no se puede cambiar.
[1] https://img.lpderecho.pe/wp-content/uploads/2023/05/Expediente-00131-2023-0-1001-JR-CI-06-LPDerecho.pdf
Manuel Velarde G.
31 Julio, 2022
4 Abril, 2018
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