Circunscribir la Guerra de Aranceles a los ámbitos comercial y económico, implica que se está dejando de lado la geopolítica y todo lo que significa esta perspectiva más integral. Estados Unidos y China, como las 2 mayores potencias económicas y militares del mundo, no desean perder su hegemonía, la cual primordialmente versa sobre Poder y Seguridad.
La visión de China como país, fue convertirse en la gran fábrica manufacturera del mundo y llegar a ser la proveedora más importante de la cadena de suministros (supply chain), tanto para Occidente como para Oriente. La Ruta de la Seda es parte de su proyecto para alcanzar la hegemonía comercial en la cadena de suministros, y por eso su interés de invertir en infraestructura portuaria, aeroportuaria y ferrovial en muchos países que estén ubicados, geográfica y estratégicamente en las rutas comerciales más importantes del mundo. Como consecuencia de esta visión geopolítica, es que China ha alcanzado un PBI de $18 Billones y las exportaciones representan más del 19% de su PBI.
Los presidentes Donald Trump y Xi Jinping son soberanistas, y actúan de acuerdo a las visiones geopolíticas de sus respectivos países, los cuales, en búsqueda de consolidar su Poder y Seguridad, realizan acciones comerciales, económicas, financieras y militares para fortalecer su hegemonía mundial. Una máxima de las Relaciones Internacionales es: “los países no tienen aliados, tienen intereses”, y se complementa con la Geopolítica, que es “aprovechar al máximo la ubicación geográfica y estratégica de un país para potenciar su política exterior, económica, comercial y militar”. No es casual que Estados Unidos, no solo aprovecha ser el mercado más atractivo del mundo, con un PBI de $28 Billones, una población de 340 Millones y un ingreso per cápita de $83,000; sino también, que obtenga ventaja de su ubicación geográfica, al encontrarse en el norte del continente americano, en el medio de Asia y Europa y contar con 2 costas: Pacífico y Atlántico.
En mi opinión, es un gran error limitar esta Guerra de Aranceles, personalizándola a las acciones que tomen los presidentes Trump y Jinping, y no ver la gran rivalidad geopolítica que hay entre Estados Unidos y China. Así que debemos cambiar nuestro chip para comprender hacia dónde nos está llevando el nuevo orden mundial bipolar G-2, como algunos geopolíticos ya lo avizoran.