Punto de Encuentro

El PBI representa crédito y no progreso económico

21 Diciembre, 2025

Dennis Falvy

Por: Dennis Falvy

Alasdair Macleod,hace un excelente post acerca del engaño que puede ser el PBI y  por eso lo transcribo.

Observa que siendo la suma de todas las transacciones calificadas registradas durante un periodo generalmente de un año, la medida del PBI no es la producción, sino el crédito aplicado en la economía.

El error es creer que todo el crédito se utiliza de forma productiva.

El crédito registrado en el PBI financia el consumo, la producción (incluida la inversión) y el gasto público.

Solo el crédito por la producción e inversión en ella conduce a la estabilidad de precios.

Pero la producción industrial estadounidense es inferior a la de 2008, cuando en el índice total del Banco de la Reserva Federal de St. Louis fue de 102,38 frente a 101,27.

FRED (Federal Reserve Data Economic de St Louis), muestra que la inversión industrial aumentó en apenas US$00.000 millones  desde 2008.

La expansión del crédito para financiar la producción, especialmente de bienes, no es inflacionaria porque se emplea para mejorar los bienes, abarcarlos y ser más relevantes para los deseos cambiantes de los consumidores.

Y si la financiación crediticia de la producción y la inversión de bienes no ha avanzado en los últimos diecisiete años, entonces el aumento del PBI es engañoso.

Desde 2008, el PBI se ha más que duplicado hasta alcanzar unos 30.000 millones de dólares.

La expansión crediticia para financiar la burbuja crediticia está excluida del PBI, lo cual es un asunto aparte.

Debería quedar claro que economistas y políticos que presumen del crecimiento, están siendo engañados o se están engañando a sí mismos para promover políticas inflacionarias.

La única compensación es el ahorro.

Si los consumidores ahorran en lugar de gastar, los precios al consumidor no se verán tan elevados por el exceso de crédito.

Pero el historial de Estados Unidos a lo largo del tiempo es desalentador:

Aparte de los picos durante los confinamientos por COVID, cuando nadie podía gastar, la tendencia del ahorro a largo plazo es a la baja.

No solo los ahorros han bajado, sino que la deuda de los consumidores también ha aumentado:

Usando 2008 como base, la deuda de los consumidores se ha duplicado, mientras que la producción de bienes se ha estancado.

Así que no solo la tasa de ahorro personal ha disminuido en general, sino que la expansión de la deuda de los consumidores ha sido un factor impulsor del crecimiento del PBI.

Eso deja el gasto público.

Los gobiernos son notoriamente malos distribuyendo recursos económicos, y esto se refleja más en el PBI.

El gasto total del gobierno de EE. UU. es aproximadamente el 40% del PBI, mientras que la parte del gobierno federal representa el 23%.

Al menos el gasto de los gobiernos estatales y locales es más relevante para sus comunidades, pero el gasto federal no, y ahí es donde aumentan los problemas por el gasto innecesario, todo lo cual está incluido en el PBI.

La forma más sencilla de aumentar el PBI ,es que el gobierno federal aumente su gasto inútil y económicamente destructivo, lo que sin duda anima a la clase política a hacerlo.

Partiendo del PIB nominal, los econométricos señalan que debería desinflarse por la inflación.

Si se demuestra que el PBI nominal crece un 5%, una tasa de inflación del 2% reduce ese crecimiento a un crecimiento real del 3%.

El deflactor que se utiliza habitualmente es el índice de precios al consumidor.

La tentación de reforzar el crecimiento real del PBI modificando el IPC es irresistible.

Se utilizan diversos métodos para lograr este resultado.

El resultado es que la tasa actual de inflación en EE. UU. es calculada por la Oficina de Estadísticas Laborales en un 3%, mientras que John Williams de Shadowstats, que utiliza la base original de 1980, la calcula como un 12%.

Tomando en cuenta el crecimiento nominal del PBI actualmente estimado por la Oficina de Presupuesto del Congreso en un 4,5%, esto cambia el crecimiento "real" del PIB del 1,5% a menos 7,5%.

¡Imagina el escándalo si eso se admitiera!

Pero ni siquiera podemos creer esta presentación más realista de la contracción del valor del crédito total desplegado en la economía (porque eso es lo que es), porque en teoría hay un nivel general de precios, pero en la práctica, tal cosa no existe.

Por tanto, su construcción es puramente subjetiva y puede decir cualquier cosa que un estadístico gubernamental quiera.

De ahí la diferencia entre la base de Shadowstats de 1980 y las revisiones posteriores.

En consecuencia, la idea de que el crecimiento del PBI, nominal o real, representa el progreso económico que todos deseamos se aleja aún más de la verdad.

En cambio, podemos explicar cómo la economía real está siendo suprimida por una tergiversación estadística, a pesar de los titulares del PBI.

Y ello Macleod lo llama : “ La trampa de la deuda”.

Si hay algo para lo que el PBI es realmente útil, es para que los prestamistas de un país tengan una base para juzgar su solvencia.

En pocas palabras, si la deuda nacional crece más rápido que su base impositiva, medida aproximadamente por el crecimiento del PBI, entonces la economía está en una trampa de deuda.

Sin embargo, si somos realistas respecto a las distorsiones en los números, muchas de las naciones del G7 ya están ahí.

La razón por la que las trampas de deuda aún no han sido reconocidas adecuadamente por los mercados es que han sido capturadas por los propios gobiernos.

Todo el mito macroeconómico, junto con la supervisión regulatoria, ha generado complacencia, que eventualmente se romperá.

Ocurrió en Gran Bretaña la última vez que tuvo un gobierno de extrema izquierda.

En 1976, la libra esterlina comenzó a caer y se llamó al FMI para estabilizar las finanzas gubernamentales.

La inflación del año anterior había alcanzado el 25% y los rendimientos de los bonos habían superado el 16%.

El problema era que, sin que el FMI obligara al gobierno británico a recortar gastos y subir impuestos para generar un superávit presupuestario, la dinámica de la trampa de la deuda habría hecho que los rendimientos de los gilts subieran aún más. Como se sabe Gilt es una abreviatura anglosajona del término gilt-edged-security, con lo que se designa alos valores de máxima solvencia que son equiparables al oro. Es exclusivamente deuda soberana pública emitida o garantizada por los gobiernos del Reino Unido, nominado en esterlinas.

Entender que el PBI representa crédito y no progreso económico, y que la mayor parte de su despliegue es inflacionista, nos indica que el dólar y otras monedas principales ya se enfrentan a trampas de deuda.

Por eso los banqueros centrales que están al tanto están vendiendo divisas y comprando oro.

Y entonces Macleod concluye que Los inversores deben ser conscientes de que las estadísticas gubernamentales en las que se basan para orientarse son totalmente engañosas. La base del análisis económico lo es  y está destinada a acabar en una crisis económica y crediticia general cuando la realidad regrese.

Por esta razón, las personas deben seguir las acciones de los bancos centrales y protegerse de una inminente crisis crediticia.

Eso solo se puede lograr saliendo del crédito y entrando en dinero real sin riesgo de contraparte, que es sólo oro físico.

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