Por Daniel Rivera Canseco
Luego de – aproximadamente – un mes de llevarse a cabo la multitudinaria marcha de los mineros artesanales del Perú en la ciudad de Lima, una nueva convocatoria abrió paso al desarrollo de una segunda marcha dirigida por numerosos gremios que tuvieron a bien desplazarse en la capital del país. Ante esta nueva movilización y, teniendo el precedente de la marcha anterior, decidimos acercamos al lugar de concentración con el objetivo de recoger el sentir de la población y las diversas impresiones del evento.
Hacia las ocho de la mañana, los múltiples sectores de la población minera empezaron a concentrarse a lo largo de la avenida de la Peruanidad, a escasos metros del concurrido Campo de Marte y a línea paralela de la avenida Salaverry. Mientras las delegaciones de Puno, La Libertad, Arequipa, entre otras, finiquitaban las coordinaciones necesarias para elevar sus exigencias, los líderes de la convocatoria comunicaban los últimos detalles a tener en cuenta al momento de marchar.
Es así que a las once de la mañana comenzó la movilización de miles de mineros que se desplazaron a través de la avenida 28 de julio, cruzando Paseo de la República, José Gálvez e Iquitos para llegar a la avenida Manco Capac y derivar en Abancay, en la que los vítores se hicieron más notorios y en donde los reclamos ante el gobierno de turno se acentuaron con mayor fuerza. Es en esta última avenida en la que el grueso de la manifestación se extendió y ocupó ambas carreteras, incluyendo bermas y parte de las veredas que se encuentran a los extremos.
Desplazando sus enormes banderolas, el pedido de derogar la primera disposición complementaria final del Decreto Legislativo 1607 resultó unánime. Recordemos que esta disposición establece que las personas naturales o jurídicas inscritas en el Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo) tienen noventa días para alcanzar al Ministerio de Energía y Minas el contrato de explotación o cesión con la rúbrica del titular de la concesión minera y que esta figure en registros públicos.
Finalizando la tarde, diversos representantes sindicales, encabezados por Máximo Becquer, presidente de la Confederación Nacional de Pequeña Minería y Minería Artesanal (CONFEMIN), lograron reunirse con algunos congresistas para expresarles sus demandas. Uno de ellos, un gran dirigente, Javier Bernal hizo llegar la voz de Puno hacia las autoridades correspondientes de forma clara y concisa.
Vemos pues que la problemática que nos atañe en esta ocasión no puede ser obviada de ninguna forma. Por ello, desde el glorioso Partido Aprista Peruano nos encontramos elaborando múltiples sesiones de Agenda Social, dirigidas por Enrique Valderrama, que nos permiten acercarnos a diferentes sectores de la sociedad y plantear propuestas acordes a la realidad, priorizando el compromiso inquebrantable de pan con libertad para todos los peruanos.
5 Junio, 2020
27 Diciembre, 2021
