Punto de Encuentro

Todos tienen derecho a opinar de política, pero no todos tienen derecho a opinar de ciencia política

Por: Abraham Fudrini.
 
Todas las ciencias tienen su propia jerigonza, es decir un lenguaje difícil de entender que corresponde a los miembros de un grupo. Por ejemplo, a cada grupo profesional.
No es común o no está generalizado que un paciente cuestione a su médico, es más casi no comprende su jerigonza que es propia de los conocimientos aprendidos, el estado y avance de tecnologías diversas, la practica en las distintas enfermedades, el uso de los fármacos y medicinas, los casos o experiencias médicas diversas , etc.
Lo mismo no sucede con las ciencias sociales, que tienen una jerigonza general y otra que en cada ciencia (economía, sociología, historia, arqueología, etc.) tiene particularidades de sus respectivas especialidades.
Por ejemplo los conceptos población, pueblo, coyuntura o momento, etc. Todos los hablan y escriben y solo son pocos los que comprenden estos conceptos. Los científicos sociales deben tener siempre presente que los conceptos teóricos son sus instrumentos con los cuales y usando un método, van a analizar y conocer la realidad que estudien o investiguen. Lógicamente, quienes no cuenten con ese instrumental y no cuenten con un método científico de su aplicación, no podrán descubrir lo real y transformarlo en pensamiento.
Usted lector, ¿se ha preguntado qué diferencia a los conceptos: población y pueblo?. Si no lo sabe sépalo hoy: población es un concepto demográfico, estadístico: 20% rural, 80% urbana, 2’ 000,000 de hombres y 3’ 000,000 de mujeres, etc. Pueblo es un concepto jurídico-político y hace referencia a los ciudadanos que lo son por el hecho de tener deberes y derechos en la sociedad.
Solo este pequeño problema ya es grave para quien quiere conocer a la sociedad y es más grave cuando el desconocimiento se transforma en una tautología, como la que ocurre con la palabra: coyuntura o momento. ¿Qué es coyuntura?, se responde: es el momento, y ¿qué es el momento?, se responde: es la coyuntura.
El momento o coyuntura hace referencia a un tiempo de corta duración, para las ciencias sociales son producidos por los tiempos largos, a los que se le conoce como la estructura o movimiento orgánico. Toda coyuntura nace de una estructura (un elemento de este concepto es su permanencia en el tiempo) y esta produce muchas coyunturas diferentes (regulares, críticas, revolucionarias y otras).
Es imprescindible señalar cuándo se empieza a formar una estructura, el tiempo largo de su duración, las coyunturas o momento que ha producido y produce y cuándo podría decirse que ha entrado en crisis final y se presiente que deberá nacer una nueva estructura.
En Perú el inicio del tiempo largo, estructural (porque tiene una relativa permanencia), orgánico, comenzó después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la demanda externa de productos producidos en Perú, era creciente y los precios realmente altos (azúcar, algodón, minerales, etc.). En este tiempo todavía predominaba la población rural sobre la urbana, Lima y otras ciudades eran provincias aún no modernas, la televisión recién llegó a Perú a fines de la década del 50 del siglo XX.
Este tiempo largo, estructural, orgánico nació y se conformó en la década del 50 del siglo XX y hasta hoy tiene algo más de 7 décadas. Durante este tiempo de la sociedad peruana ha habido crecimiento, relativo desarrollo, contradicciones fuertes y débiles, etc., entre estas últimas destacan algunas coyunturas que pusieron en cuestión, menos y más grave, la permanencia de una economía de mercado y después, a partir de la Constitución Política de 1979 (mantenida en la de 1993) de economía social de mercado.
Entre estas coyunturas que cuestionan la economía de mercado o social de mercado, destacan:
1) el Plan de Gobierno presentado en 1962 por el candidato Fernando Belaúnde y su mal gobierno entre 1963-1968;
2) el autodenominado Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas;
3) nuevamente el segundo gobierno de Fernando Belaúnde;
4) el primer gobierno de Alan García que extremando medidas estatistas o nacionalistas, pretendió nacionalizar la banca privada, y
5) los menos o más proestatistas, proteccionistas y comunistas gobiernos de Martín Vizcarra, Francisco Sagasti y Pedro Castillo. 
Lo primero que debe entender la clase política peruana es que las contradicciones, las crisis cada vez más graves, los problemas sociales, las reformas imprescindibles del Estado, la pobreza, el desempleo y otros fenómenos que no se han solucionado en más de 70 años y que los vivimos hoy, tienen imprescindiblemente que resolverse en los próximos 10 años, si no queremos ver en el futuro largo cómo la sociedad peruana se irá autodestruyendo.

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