Los últimos acontecimientos que involucran a Dina Boluarte por el "caso Rolex" desnudan una vez más la imágen de nuestra clase política. Dina Boluarte es representante de la segunda fase del gobierno de Perú Libre en modo light; es el aspecto de la izquierda corrupta caviar, centro e izquierda radical; es consecuencia de todos los inteligentes, valientes y combativos que votaron por la farsa de "no más pobres en un país rico", porque es "cholo provinciano no va a robar", "si es de izquierda es honesto", esloganes que la demagogia comunista engaña en el Perú. Ella es ahora piñata de sus ex camaradas ante su cinismo pueril.
Es lamentable que Dina Boluarte, la primera representante del país mienta con descaro. Primero menciona que los Rolex eran fruto de su trabajo de antaño, luego cambia de versión y afirma que es préstamo del "generoso" Gobernador de Ayacucho Wilfredo Oscorima, no estando obligada a consignarlos en su declaración de bienes, y ante el escándalo devuelve los Rolex. Lo cierto es que luego del pseudo préstamo, Dina Boluarte entregó 100 millones via decreto de urgencia a Wilfredo Oscorima para una obra en su región. Boluarte se ha movido en función a un escenario jurídico, teniendo el derecho a no autoincriminarse, esperando 20 días para crear una vergonzosa estrategia de defensa nada creíble, pues es obvio que Oscorima regaló los Rolex y no los prestó, sin embargo la imputación pierde fuerza al ser devueltos los relojes.
El Fiscal de la Nación interino, Juan Carlos Villena, ha actuado con celeridad en el "caso Rolex", con el allanamiento al domicilio de Dina Boluarte y luego ampliando la investigación no solo por los Rolex, sino también por un extraño incremento patrimonial. Cierto es también, que la izquierda caviar ha hecho cargamontón a Dina Boluarte pero calla en hechos de su cofradía, y la Fiscalía que ellos dominan no actua con la misma prontitud. Como el caso de Martin Vizcarra que también promovió el acuerdo con Odebrecht, allanando su domicilio después de 4 años de tener conocimiento sus casos de corrupción. El caso de Susana Villarán que a pesar de haber confesado en el 2019, que recibió coimas de Odebrecht y OAS por 10 millones de dólares, recién en el 2023, luego de 4 años, allanan empresas vinculadas al caso Villarán y hoy ella continúa libre y se baña felíz en su casa de playa. De igual forma con la congresista Sigrid Bazán que defendía a los fiscales del caso Odebrecht y que "lucha por los pobres", y compra casi al contado un departamento de 330 mil dólares a una cuadra del Golf de San Isidro, sin explicar claramente su fuente de financiamiento. Esos y otros casos no son tratados con la misma vara.
Si bien es cierto Dina Boluarte se ha salvado por ahora de una vacancia y el Congreso otorgó voto de confianza a su gabinete y el caso Rolex continuará en el ámbito judicial, su gobierno es precario y debil y ante ello muchos politicastros intentan jugar su lotería electoral, entre ellos los que celebraron el golpe más cantinflesco y momentos después se rectificaron. Lo que si es claro que Dina Boluarte se irá del poder con expedientes abiertos, sus antiguos aliados no la perdonarán, no solo los caviares por no tener sus figuras más representativas en el gobierno, mamando del estado, sino también por los extremistas que todo lo ven muerte para tener vigencia ideológica. Necesitará cantar su canción favorita "justicia, justicia..."
5 Junio, 2020
13 Agosto, 2022
