Un grupo de senadores demócratas y republicanos de Estados Unidos acudirán a la cumbre de la OTAN que se celebrará en Madrid a finales de junio para demostrar su apoyo a la alianza.
Así lo señalaron los líderes demócrata y republicano de la Cámara Alta, Chuck Schumer y Mitch McConnell, en un comunicado.
El grupo estará liderado por la senadora progresista Jeanne Shaheen, de Nuevo Hampshire, y el conservador Thom Tillis, de Carolina del Norte, que representarán a todo el Senado en sus encuentros con los aliados de la OTAN.
Shaheen y Tillis presiden juntos el Grupo Observador del Senado para la OTAN, que fue creado en 2018 y está compuesto por siete demócratas y siete republicanos.
Schumer destacó en la nota que la Cámara Alta de su país continúa "firme" en su respaldo a Ucrania y a la respuesta global de los aliados para que el presidente ruso, Vladímir Putin, rinda cuentas por su "invasión injustificada y violenta de Ucrania".
En ese sentido, McConnell hizo hincapié en "la necesidad" de que la OTAN siga "unida y fuerte" para disuadir y defenderse contra "las amenazas graves" a la seguridad colectiva.
La cumbre de la OTAN llega en plena guerra en Ucrania y después de que Suecia y Finlandia expresaran interés en unirse a la OTAN, un movimiento que Rusia considera hostil.
La Casa Blanca ha expresado respaldo a la inclusión de Suecia y Finlandia en la OTAN, algo que también cuenta con el apoyo de demócratas y republicanos.
Finlandia dio este jueves un paso histórico para su entrada en la OTAN, después de que el presidente del país, Sauli Ninistö, y la primera ministra, Sanna Martin, decidieran apoyar la adhesión tras de décadas de "no alineamiento".
La invasión rusa de Ucrania y las amenazas del Kremlin han provocado un giro en la postura de Finlandia hacia la OTAN, y solo falta que el resto del Gobierno de coalición y el Eduskunta (Parlamento) den su respaldo oficial para formalizar la solicitud de ingreso, algo que podría suceder en los próximos días.
Se espera que Suecia siga los pasos de Finlandia este mismo mes y, si ambos entran en la OTAN, todos los países nórdicos quedarían bajo el paraguas de la Alianza Atlántica, de la que Dinamarca, Noruega e Islandia fueron miembros fundadores.