Punto de Encuentro

EL ENSAYO OCULTO (II PARTE): LO QUE NO SE DICE DE JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI

Cuando Víctor Raúl crea el APRA, este se hizo con el título de Frente, Partido y Alianza (eso señalaba Víctor Raúl), sin embargo, José Carlos rechazaba la idea de un partido político, porque lo consideraba caudillismo. En 1928, nadie podía avizorar el fin de Leguía, el representante de EE. UU en el Perú, Alexander Moree, daba los mayores elogios al presidente que tenía como política perseguir a los opositores. Pero eso no fue lo más repudiable en ese momento. Un grupo de diputados de la facción de Leguía, desengancharon los caballos del coche presidencial para ponerse ellos en lugar de los animales y transportar a Leguía. Un acto vergonzante en todos los sentidos. Mientras tanto, Víctor Raúl seguía en su destierro criticando duramente el gobierno de Leguía en todos los países que visitaba. El avizoraba que el gobierno de Leguía pronto caería. En una carta a Julio R. Barcos (1925), le mencionaba lo siguiente: “Para Leguía, la nacionalidad es el horror de la situación del Perú actual. Pero este pensamiento de Leguía pertenece a todos los hombres del Perú “distinguido”. Usted verá que el día que suene en el Perú la hora de la reivindicación del pueblo, de la redención del indio, de la verdadera revolución justiciera, se unirán automáticamente los encarnizados rivales de hoy. El señor Leguía, si es que para entonces vive, será el leader común. “¡La nacionalidad en peligro!”, será el grito hipócrita de todos los grupos que ajustarán la solidaridad de clase…”. Haya de la Torre era consciente que se necesitaba una figuraba que enarbolara la bandera de la justicia social, pero esa figura tenía que ser nueva y joven, diferente a la de los viejos políticos civilistas, por eso, señalo a Manuel Seoane (el cachorro como después lo llamarían los apristas) como el indicado de guiar al Perú justo que se lograría después de la caída de Leguía. Juntamente, esto se daría con la insurrección planeada por los dirigentes del APRA que tendría su inicio en Talara en 1928. Lamentablemente, esta fue descubierta por Leguía quien inmediatamente se puso alerta. Paralelo a esto, en Abancay surgía la voz de un partido político, el “Partido Nacionalista Libertador” que proponía a Haya de la Torre como candidato a la presidencia de la República, pero este nunca existió, solo fue una forma de evitar que el gobierno utilice el fantasma del comunismo para asustar a la población y que le daría de nombre al movimiento revolucionario que se iba a iniciar en el norte del país. Al ver la situación del nuevo partido Mariátegui, apresuradamente publicó en amauta (N° 17) lo siguiente: “En nuestra bandera, inscribimos esta sóla, sencilla y grande palabra: Socialismo (con este lema afirmamos nuestra absoluta independencia frente a la idea de un Partido Nacionalista, pequeño burgués y demagógico)”. Les escribió a Haya (que no le contesto) y a la Célula Aprista de México pidiendo aclaraciones. Víctor Raúl, ante esto, se disgustó con Mariátegui y les escribió reclamándole no haber leído el plan revolucionario de Talara que la había enviado, Mariátegui respondió diciendo que nunca había recibido tal plan, mientras que los diplomáticos mexicanos que lo habían transportado señalaron que sí se lo habían entregado. Al parecer Víctor Raúl les creyó a estos últimos, y empezó a dudar de la postura de José Carlos, en la carta que le envió después le dijo lo siguiente: “Lamento su precipitación, su vehemencia. Ha recaído Ud. en el tropicalismo. Recibí su carta. No la contesté porque la notaba ya infectada de demagogia tropical, de absurdo sentimentalismo lamentable. Dejé que se enfriara Ud. Preferí hacerla pedazos y echarla al canasto. Usted está lleno de europeísmo. ¡Qué distinto efecto ha producido Europa en usted y en mí! Ahora aprecio las diferencias…El Apra es partido, alianza y frente. ¿Imposible? Ya verá Ud. que sí. No porque en Europa no haya nada parecido no podrá dejar de haberlo en América. En Europa tampoco hay rascacielos ni hay antropófagos…Póngase en la realidad y trate de disciplinarse no con la Europa revolucionaria sino con la América revolucionaria…Nos dice Ud. que escribió la carta afiebrado. No sabe cuánto lo siento pero desde las primeras líneas lo supe así”. Con este mensaje de Víctor Raúl, Mariátegui rompe toda correspondencia con él y empieza enviar cartas a todas las secciones del APRA pidiéndoles mantenerse como frente único o como alianza, no como partido, es más, empieza a señalar que el fundador del aprismo solo había creado al aprismo para erigirse como su caudillo. ¿Cómo logro enterarse Leguía de la revolución que tenían planeada los apristas? ¿Mariátegui los traicionó? Enterado de la salida de Mariátegui Víctor Raúl envía una carta a Mendoza en la cual crítica fuertemente a Mariátegui: “Cuando los intelectuales predominan en los movimientos revolucionarios, el individualismo y el romanticismo, la fantasía y las exaltaciones explosivas, abundan…Yo siempre he simpatizado con Mariátegui. Me parece una figura interesante del romanticismo, de la fe y de la exaltación intelectual de un revolucionario. Pero Mariátegui nunca ha estado en la lucha misma…Mis objeciones fraternales a Mariátegui fueron siempre contra su falta de sentido realista, contra su exceso de intelectualismo y su ausencia casi total de un sentido eficaz de acción. Pero yo creo no puede exigírsele más. Mariátegui está movilizado y su labor nos corresponde la tarea de ver la realidad frente a frente y acometerla”.

Como respuesta al supuesto “Partido Nacionalista Libertador” Mariátegui crea el Partido Socialista del Perú, no era la primera vez que se fundaba este partido. En 1919 se había intentado crear el Partido Socialista, con fundamentos marxistas, pero con raíces anarquistas, ya que por esos años aún en el Perú no se habían propagado las ideas comunistas. Sus impulsadores fueron Luis Olla y Carlos del Barzo, el primero mencionado sería su Secretario General. ¿Por qué fracaso este primer intento? El tratar de utilizar a los anarquistas como base significó su fracaso. Estos no estaban de acuerdo con su pensamiento. A la vez, del Barzo renunciaría y a los pocos meses moriría, pero lo más repugnante que significó su desaparición, fue la traición del propia Ulloa quien se fue a Europa becado por Leguía.

El segundo intento ahora liderado por Mariátegui tendría desde su fundación interrogantes ¿Si José Carlos era un defensor del marxismo, por qué no le puso el nombre de partido comunista a su partido? Muchos han intentado dar respuesta a este tema, señalando que Mariátegui quería crear un socialismo real y no simple copia de Europa, además, la realidad peruana era diferente a la europea, empezando desde su sociedad que no estaba preparada para acoger estas nuevas ideas. Por ello, adherir un partido político a las órdenes de la III Internacional comunista, quien ordenaba dogmáticamente cumplir lo que se dictaba, lo llevaría al fracaso total. No obstante, existe otra corriente y estaba señalada por Eudocio Ravines quién dice que en discusión Mariátegui este le dice que mejor era poner Partido Socialista, porque así se evitaría ser perseguidos y que se los de tilde de agitadores. Este no es la primera vez que Mariátegui intenta generar aceptación y una mirada de moderación al gobierno. “Después del asesinato de Elmore por parte del reconocido poeta José Santos Chicano, esté desencadenó una campaña contra “Amauta” tendiente a quitarle el avisaje comercial que sostenía esta revista. Su objetivo lo consiguió y “Amauta” vio seriamente amenazada su existencia. Mas las “buenas relaciones” de Mariátegui con Leguía quedaron de manifiesto una vez más, incorporándose en las páginas de la Revista una buena propaganda gubernamental que la “salvó” de su desaparición” (ver las revistas originales).

Pero, creo que la idea de formar el partido socialista va en que Mariátegui entiende que tiene que crear un pensamiento que responda a la realidad peruana. Eso lo deja establecido en publicación N°17 de la Revista Amauta: “No queremos ciertamente que el socialismo sea en América, calco y copia Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indoamericano”. Podemos encontrar aquí muchas coincidencias con el mensaje del aprismo y de Víctor Raul.

Fundado el Partido Socialista, esta sería dirigido por José Carlos Mariátegui (Secretario General), lo acompañaron Julio Portocarrero Sec. Sindical (fundador de la CGTP) - quien en un inicio ejercería una férrea defensa a Víctor Raúl, incluso en los congresos de la III Internacional Comunista -, Martínez de la Torre Sec. De Propaganda y Bernado Regman quien sería el tesorero. De esta unión de estos personajes surgiría la creación de la CGTP fundada el 17 de mayo de 1929, la necesidad de agrupar a los trabajadores para que luchen por sus derechos fue su principal finalidad.

Empírico, antes de la creación de la CGTP Mariátegui había publicado, para mí, su mejor obra, “Siete ensayos de la Interpretación de la Realidad Peruana”, que recibió las mejores críticas de los intelectuales de ese entonces (Luis Alberto Sánchez, Luis E. Valcárcel, Jorge Basadre y hasta del mismo Víctor Raúl) y que tuvo como principal crítico a otro gran pensador, Víctor Andrés Belaunde, quien escribiría en respuesta a la publicación de Mariátegui “La Realidad Nacional”. Pero cabe indicar, que lo mejor de este libro se encuentra en el ensayo que hace referencia al problema indígena. ¿Cómo pudo Mariátegui escribir de manera tan precisa y realista un ensayo sobre el indígena, la sierra peruana, si solo había viajado una sola vez a Ayacucho y estado una semana? La respuesta la dan los relatos de su hijo Sifgifredo Mariátegui (comentadas por su hijo el reconocido periodista Aldo Mariátegui) quien dice que su padre recibía constantes charlas de Luis E. Varcarcel, Jorge Basadre, Sánchez (mejores conocedores de este tema) sobre la sierra peruana y sobre el problema del indio, esto en gran parte es verdad, por esos años el acceso a la sierra peruana era muy complicado. Aquí, el creador de Defensa del Marxismo resalta las coincidencias con Haya de la Torre sobre el indigenismo en el Perú. En las páginas 69 y 202 dice lo siguiente: “Encuentro en el libro de Haya de la Torre. Por la Emancipación de América Latina, conceptos que coinciden absolutamente con los míos sobre la cuestión agraria en general y sobre la comunidad indígena en particular. Partimos de los mismos puntos de vista, de manera que es forzoso que nuestras conclusiones sean también las mismas”. Nuevamente podemos ver las coincidencias políticas que tenía como Víctor Raúl.

Pero, hay una parte de la vida del gran José Carlos que no es contado por quienes utilizan su nombre para enarbolar sus banderas, los insultos, el rechazo por parte de la III Internacional comunista. El comunismo europeo era muy dogmático, no entendía que la realidad de América Latina era muy diferente, ¿había un proletariado fuerte en el Perú? ¿Era en América Latina el Imperialismo la última fase del capitalismo? Del 18 al 26 de mayo se iba a realizar en Montevideo el Primer Congreso Sindical de los comunistas en América Latina, de la cual Mariátegui promocionó como un evento importante, porque aquí presentaría su Partido Socialista, su tesis sobre “el problema de las Razas en América Latina”, un esquema sobre “Antecedentes y Desarrollo de la Acción Clasista” y lo más importante su punto de vista acerca de su postura Antiimperialista. El encargado de viajar para defender sus ideas, fue su gran amigo Julio Portocarrero, pero es aquí donde el comunismo tildaría de todo menos de luchador a Mariátegui. Encontramos expresiones como las siguientes: “Temo que bajo una nueva forma y con una nueva etiqueta tengamos en el Perú el resurgimiento del APRA”. “El carácter confusionista de ese Partido Socialista surge desde el comienzo. Es suficiente tomar en consideración un programa mínimo”. Pero es Codovila quien mayor oposición ejerce sobre la formación del Partido Socialista del Perú, este en nombre de todo el comité central rechaza la propuesta de Mariátegui. ¿Cuál era la razón central que llevo al comunismo a rechazar la idea de Mariátegui?

José Carlos Mariátegui proponía que el campesino sea parte de la gran revolución, que sea un aliado del proletariado, pero el comunismo le planteó (obligo dogmáticamente) que introdujera el derecho de la autodeterminación, es decir, que luchara por la Independencia de las repúblicas Aimara y Quechua. Esta posición del comunismo hacia Mariátegui, termino por flagelar su espíritu de lucha. Empezaron a surgir dentro del Partido Socialista discrepancias, si es que debían hacer caso a los acuerdos dictados por el comunismo europeo. Ante esta situación, Mariátegui entrega la secretaria General a Eudocio Ravines, estaba completamente desanimado y dolido (según relatos de sus amigos cercanos). Decide hacer un viaje en busca de una pierna ortopédica, pero en marzo de 1930 la enfermedad que poseía desde niño nuevamente volvió a aparecer, pero esta vez de manera más cruel. El 16 de abril de 1930 falleció, inmediatamente después de su muerte los caviares tomaron la Revista Amauta, Ravines se erigió como nuevo líder, y tan solo treinta y cuatro días después cambiaría el nombre del Partido Socialista a Partido Comunista del Perú. Empezaron los insultos por sus supuestos camaradas, de llamarlo cobarde por no querer aceptar los dictámenes del comunismo internacional e incluso de tildarlo de “pequeño burgués”. Con esto queda demostrado que Mariátegui no es una figura del comunismo, no porque él no quisiera, sino porque ellos no lo aceptaron. El señalar que, si existía un capitalismo constructor, que la realidad Latinoamericana era diferente a la de Europa, le bastó al comunismo de tildarlo de traidor. ¿por qué entonces hoy el comunismo toma como figura al gran José Carlos Mariátegui? Coincido plenamente con lo que dice Eugenio Chang Rodríguez, quien compara el caso de Mariátegui con el de Sun Yat Sen: “Los comunistas peruanos, como los comunistas chinos, al no tener en el pasado una figura política de primer orden, han recurrido a la confiscación histórica de otro líder nacional alterando su biografía, tergiversando sus escritos, adulterando su ideología, para que encaje en el molde de Moscú”.

 

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