Punto de Encuentro

Un mundo sin ley

10 Octubre, 2021

Claire Viricel

                       Claire Viricel

La aldea global que es hoy el mundo hiperconectado es sacudida cada cierto tiempo por un escándalo financiero mayúsculo. Ayer, 2016, los Panama Papers, esta semana los Pandora Papers, unos destapes de la prensa internacional articulada (ICIJ) que nos revelan tanto el cinismo de nuestros gobernantes ante el delito financiero como su impotencia ante la maquinaria de la criminalidad financiera.

De ello trata un libro publicado en el 2000 en París, editorial Stock, «Un mundo sin ley» (Un monde sans loi), escrito y documentado por altos magistrados de Suiza, Bélgica, Italia y Francia que diseca el mundo que nos toca: «un planeta financiero, un capitalismo criminal, una economía criminal, el gran blanqueo». Dedican su publicación a los jueces asesinados desde 1971 por hacer su trabajo (Pietro Scaglione, Giovanni Falcone, entre otros). Gracias al trabajo tenaz de esos jueces italianos en Sicilia, se pudo entender las relaciones entre el poder político y la mafia siciliana. Falcone se hizo famoso, hizo escuela y la fiebra judicial se extendió a Europa y al mundo entero. A tal punto que «no hay una sola reunión del G7 en la que no se hable del peligro que corren las democracias con la megacorrupción, las mafias, los sistemas criminales que generan un dinero sucio que luego se debe blanquear», recalcan los autores. El fenómeno es planetario. ¿Qué pasó?

Siguiéndoles, «ya no es posible distinguir lo legal de lo ilegal en el planeta financiero»: es el mundo de hoy y un mundo sin ley. La convergencia de la economía criminal y la economía formal se debió a la expansión de los paraísos fiscales y bancarios, deseados en el origen por los EEUU y Europa, y que se han desmultiplicado para que prospere la economía off shore, la que escapa a todo control estatal. La economía criminal (delincuencial) es inseparable de la globalización. «La megacorrupción es la señal de una mutación de nuestras sociedades. Si no se entiende cuales fueron las mutaciones de la economía y las finanzas mundiales desde el fin de la II Guerra Mundial, no hay forma de entender por qué la megacorrupción es el gran tema de hoy». Todo empezó con Nixon en 1971: decide romper con el Sistema Monetario Internacional  dejando flotar el dólar americano. Luego se generalizó la desregulación comercial. Con la apertura total de las fronteras, la economía criminal ha prosperado pues no hay valla: «la organización política y jurídica de las sociedades modernas descansa sobre la territorialidad. Saltando al espacio internacional no regulado por no tener soberanía, todo está permitido.» Muy pronto se dispuso un conjunto de dispositivos a nivel mundial para favorecer la circulación del capital flotante. «Los paraísos fiscales y bancarios que durante la posguerra funcionaban como cajas negras para la política, la economía y las finanzas, se expandieron gracias a las computadoras, los satélites y la emergencia de los mercados financieros. Hoy son un tránsito obligatorio para el capital sea cual sea su origen», subrayan. Y lamentan que, por añadidura, «en los mercados financieros, todo está permitido porque nada puede ser prohibido».

Esos mercados autorganizados imponen su ley y viven de la especulación. «¿Quién se opondría a la especulación hoy? Sería como querer contener el mar con sus brazos». «George Soros es emblemático de la especulación financiera pero es hábil: multiplica las acciones humanitarias, culturales o caritativas para callar las críticas en su contra». Al dinero no le interesa el desarrollo socioeconómico, no, solo la ganancia y a corto plazo. «Las finanzas se han vuelto parasitarias. El ingenio del sistema financiero ha sido crear un veneno y su antidoto: hay tantos instrumentos financieros de cobertura como riesgos por vender. Como un casino, una 'economía casino'». El riesgo se compra y recompra, y todo termina en una megacrisis mundial como la de las Subprimes (2008), en EEUU.

Así, las instancias judiciales asistieron a la transformación aterradora del mundo y fueron casi las únicos en tratar de frenarla. Por eso hoy se habla de 'lawfare' en su desmedro, ayer de la 'república de los jueces', por su afán de perseverancia. Con ese libro, solo pretendían informar y confesar su impotencia, no cambiar el curso de la historia como ambicionan ciertos malos magistrados que son parte del problema. Sin embargo, han logrado que se dé la Resolución 49/159 de Naciones Unidas el 24/02/1995, Declaración Política y Plan de Acción Mundial de Nápoles contra la Delincuencia Transnacional Organizada. Tres años después el director del FMI, Michel Camdessus, denunciaba las «relaciones incestuosas entre los poderes públicos, las multinacionales y las instituciones financieras». Las democracias están directamente amenazadas. «Son tales las interferencias entre lo legal y lo ilegal que la cuestión financiera y la cuestión criminal no pueden ser disociadas. Crimen organizado y finanzas, uno necesita del otro para crecer. ¿Cómo podría ser de otra manera si las organizaciones mafiosas se infiltran en los circuitos de evasión legalmente instalados en la economía y las finanzas?», se preguntan. Por crimen organizado, se entiende el crimen como empresa. Se sospecha fuertemente del dinero sucio en las crisis inmobiliarias y burbujas bursátiles. «Cuanto más grande es el crimen menos visibilidad tiene.»

En 1997, el jurista vasco Isidoro Blanco, especialista en criminología, deploraba que «la internacionalización de las actividades de las organizaciones criminales no estuviera acompañada de una globalización del sistema judicial». Los Estados «trataban de extender el alcance de sus normas internas, y las organizaciones internacionales, una cooperación judicial o la creación de espacios judiciales comunes». ¿Qué se ha logrado durante los últimos dos decenios? Se ha avanzado en cooperación jurídica internacional, a tal punto que el 08/06/2021, fueron arrestadas en simultáneo más de 800 personas en decenas de países en tres continentes. Logro de EUROPOL, la Operación Ironside contó con la ayuda tecnológica del FBI. Tomó tres años prepararla. Sicariato, drogas, armas, una organización multinivel desmantelada. Aplausos.

La economía formal y el crimen organizado comparten el mismo interés por los paraísos fiscales, el mundo off shore. Allí se pueden encontrar justos y pecadores, especialmente los que se exponen al delito fiscal por contratar ese servicio en boga que se denomina optimización fiscal. Suena bien pero cuando el nombre de uno hace la portada de un diario, conservador por lo demás, la sanción social es enorme. Le pasa al presidente de Chile, en El Mercurio del 09/10/2021. Piñera tiene mala suerte, salió en los Pandora Papers y la Fiscalía Anticorrupción enseguida le abrió una investigación. - Era cosa juzgada, observó. - Pero un contrato en inglés en las Islas Vírgenes Británicas no había sido incorporado a la investigación de 2017, retrucaron. Y la Plaza Italia, como todos los viernes desde el estallido social Oct-19, congregó pero con más cólera, a los antisistemas. La oposición habla ya de su inhabilitación.

Los vientos han cambiado. El PJ y los medios de comunicación que han politizado, en muchas partes, su accionar al punto de destruir a su clase política y de paso, la democracia representativa, fomentan un ordenamiento del desorden. En consecuencia, una nueva generación de economistas propone la «democracia económica» (Christine Berry, Martín O'Neill). Una economía ajustada a la sociedad, que daría un capitalismo sano, más justo. Y 136 países de la OCDE acordaron un impuesto global del 15% a las multinacionales, esos grandes evasores. Algo es algo.

 

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