Punto de Encuentro

Las Bambas y la bamba

Viene a la memoria aquella canción de "La Bamba" de Ritchie Valens, canta autor que muriera muy joven y de una manera trágica. Esto, luego de observar los sucesos de la quema del centro minero Las Bambas. 

Esa canción, muy pegajosa y movida, es la que parece estar bailando el Presidente Pedro Castillo rodeado de sus asesores mexicanos y cubanos, luego que Karelim López, la lobysta de palacio, manifestará haber entregado dinero, nada menos que para Pedro Castillo mediante el secretario Bruno  Pacheco, dinero fácil que aseguraba obras de manera irregular para la "mujer maravilla" y que generosamente también organiza fiestas infantiles en Palacio de Gobierno. 

Hasta hace dos semanas podíamos comentar de una real mediocridad gubernamental, lamentablemente ahora tenemos la obligatoria necesidad de mencionar la asquerosa corrupción que viene rodeando sus actos en el poder del "sombrero luminoso". 

Ante ello, los asesores "internacionales" palaciegos necesitan desviar la atención ciudadana de la coima de Estado y evitar que el "patrón" siga cayendo en las encuestas ¿Qué hacer? 

Que hablen y piensen de otro tema: ¿"La virgen que llora" o una quema en la minera Las Bambas"? Eligieron lo segundo y esos deben ser los titulares esta semana. Adiós lobysta Karelim, adiós coimas palaciegas, adiós baños que lloran dólares adiós despacho presidencial "Sarratea" y "puesta en valor" la educación por tres mil soles. 

Utilizar a los pro senderistas en Las Bambas no es difícil, así como a los caviares en el Congreso. Y de yapa, una división donde nunca hubo unidad. 

El retroceso acelerado de la economía nacional con culpa del capitalismo imperialista o de Keiko Fujimori, ya es parte de la cultura de los manipulables ciudadanos. Que fácil ser el presidente del caos. 

El vacío de poder que se viene generando solo puede favorecer a un golpe de Estado, pero alentado por el propio gobierno; o un nuevo pedido de vacancia en el Congreso, del cual, ahora sí, difícilmente podrá librarse. 

La danza de La Bamba en Palacio terminará en paso doble, rumbo al asilo de un "don nadie" y su familia.

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