“Si algo puede salir mal, saldrá mal.
Todo llevará más tiempo del que usted piensa.
Si existe la posibilidad de que varias cosas vayan mal, la
a que cause más perjuicios será la única que vaya mal”
Ley de Murphy
El Gobierno de Castillo supera rápidamente la mentada “Ley de Murphy”: todo sale mal, a gran velocidad y los daños son múltiples. Para la sociedad peruana en su conjunto -especialmente para los sectores emprendedores y populares- el año 2021 ha sido el peor.
Iniciamos un 2021 con un fuerte proceso de degradación continua y permanente de la institucionalidad pública en manos del Vizcarrato (y cuyo “líder” político tiene –no lo olvidemos- innumerables cuentas por rendir ante la justicia producto de tropelías antiguas con delaciones, testimonios y testigos protegidos, como de nuevas faltas con responsabilidad incluso humanitaria y penal por la Pandemia) donde principalmente el sistema de Justicia fue el blanco de la toma del Poder corrompido, judicializando la política hacia aspectos criminales.
El TC funciona con 5 Magistrados con mandato vencido, todo el sistema judicial está cargado de Magistrados sin nombrar, el país sufre de un JNE garantía de arbitrariedad electoral, y un grupo de trabajo de Fiscales/ Policía trabaja es –en la práctica- la fuerza de tarea de sicariato –político-legal…al servicio de lo más oscuro y turbio del poder.
En ese contexto institucional es que se desarrollaron las elecciones Presidenciales del 2021, y es elegido Pedro Castillo cuya legitimidad de origen legal y especialmente social ya señalamos anteriormente.
Llegado Castillo al Poder formal con el militante apoyo de todo el espectro del socialismo autoritario peruano (desde SL, pasando por el PC, hasta casi todos los diversos matices de la izquierda oligárquica limeña más conocida como “caviar) el Gobierno inició dos líneas que –forzando el análisis político-pudiéramos llamar de “trabajo”:
a) La variopinta designación de sinnúmero de funcionarios de confianza, cuyo único propósito es acceder a los recursos del Estado, y
b) El abandono de cualquier diseño de política pública real, sea en los sectores sociales y en los sectores productivos.
Los escabrosos detalles de Pedro Castillo reuniéndose fuera de Palacio con una persona que ha firmado Contratos con el Estado, o el descubrimiento de dólares en inodoros palaciegos, o la venta de exámenes del concurso de Profesores, son solo la punta de un inmenso Iceberg de descomposición del aparato del Estado. En los pocos meses del gobierno del Sombrero, muchos de sus “funcionarios de confianza” en vez de seguir ocupando esos cargos ya debieran estar sentados en la cárcel.
Respecto a la capacidad de gestión pública en manos de los “caviares”, pues el vacío y la ausencia es aún mayor. Desplegadas decenas de miles de consultorías -las más de las veces inútiles- muestran ausencia de rumbo, de medidas, de gobierno. No es la primera vez que muestran esa incapacidad. Recordemos el desgobierno de la Villarán, la destrucción de la meritocracia educativa con la Salas, o el manejo genocida de la Pandemia…o el cierre de Minas ahora, por poner cuatro ejemplos recientes. Es la misma incapacidad técnica.
Y así, el alza del Dólar, la fuga de capitales, el deterioro fuertísimo del comercio popular, el aumento de la pobreza, la caída de la inversión, el retorno del hambre y desempleo han comenzado a tocar las puertas de mayor número de hogares peruanos.
Por supuesto que, en el camino, la Oligarquía empresarial mercantilista que cobija a GyM, Odebrecht, el Club de la Construcción, y otros lobbies, están logrando copar al Sombrero para defender sus intereses antinacionales (ya hablaremos de ello más adelante)
El año 2021 no ha sido un buen año para los intereses populares del campo y de la ciudad.
Para el año 2022, el campo popular deberá re articularse para imponer al país una Agenda Social real, defender el libre comercio popular, impulsar una inmensa reforma del Estado para democratizarlo, y avanzar en una frontal lucha anticorrupción que derive en una salida Constitucional de la actual banda de impresentables fruteros subida en el Ejecutivo.