Por Roberto Rendón Vásquez
Una cantidad grande de migrantes ilegales venezolanos, colombianos y haitianos, que huyendo de sus países atravesaron ilegalmente tanto las fronteras de su patria como las de otros países y por miles y miles llegaron sin “permiso legal” al Perú y hasta Chile. Cantidades enormes de esos extranjeros son delincuentes (en multitud de modalidades hasta sicarios y homicidas) que aterrorizan a los vecinos en calles, plazas, viviendas y transportes.
Cantidades de esos desplazados extranjeros han sido “arrojados” por las autoridades chilenas con el respaldo ciudadano, y pretenden cruzar la frontera peruana no sólo ilegalmente sino violentamente. La policía chilena los “esta empujando” hacia el Perú, razón por lo que nuestras autoridades (primero las de migraciones apoyados por la Policía Nacional y ahora con el respaldo de nuestras Fuerzas Armadas) está impidiendo que los ilegales atraviesen nuestra frontera sur. En algunos casos han provocado la confrontación de policías chilenos con nuestra Policía Nacional. La consecuencia es que miles de esos aventureros (hasta con mujeres y niños) están provocando un malestar internacional porque en Chile no los desean que allí habiten; tampoco los peruanos los quieren. No tienen documentos oficiales (legales) que acrediten que les concedieron autorización para estar al Perú. Probablemente es igual en Chile y eso explica porque los están expulsando
¿Cuáles son las causas de esa “emigración” de sus países? Considerase que en sus países de origen vivían en pobreza extrema sin que sus gobiernos les solucionen su supervivencia. Entre ellos hay delincuentes que “aspiran” delinquir en otras naciones. Probablemente “emigraron” ilegalmente y así igualmente ingresaron al Ecuador, Perú y Chile donde muchos de esos extranjeros no trabajan causando problemas e inseguridad a los vecindarios porque gran cantidad son delincuentes. No debe omitirse señalar que, en el caso peruano, las autoridades gubernamentales – sin medir las consecuencias – no sólo les permitieron el ingreso y estadía aquí, sino que no han tenido el valor de expulsarlos el Perú a los que delinquen; muchos son procesados penalmente, pero se demoran en denunciarlos (pese a estar probados sus delitos). Tampoco las autoridades competentes los expulsan a sus países de origen. En los pocos casos que el gobierno peruano “los retorno por avión a Venezuela” muchos de los expulsados volvieron ilegalmente para seguir delinquiendo.
En los actuales problemas fronterizos es menester que haya comprensión y acuerdo excepcional entre los gobiernos de Perú, Chile, Ecuador y Colombia para “trasladar” de inmediato a esos ilegales a sus países de origen y advertir diplomática y legalmente al de Venezuela, Colombia y Haití que adopte las medidas necesarias para que los expulsados y/o nuevos salgan de su país y a los que son delincuentes que los sentencien legalmente y encarcelen en prisiones seguras.
En el Perú debe controlarse el integro las fronteras y el gobierno evitar que se admitan nuevos migrantes extranjeros ilegales que además no tienen ocupación honesta. Si encuentran alguno que atravesó clandestinamente nuestras fronteras o es capturado por delinquir, debe expulsarlos inmediatamente a su país y advertir legal y públicamente, por la vía diplomática a los gobiernos de Venezuela, Colombia, Ecuador, Chile y Haití de la expulsión remitiéndose la ficha de identidad de cada expulsado a los efectos que cada gobierno adopte las medidas de seguridad para que no vuelvan a salir legal y/o ilegalmente de su país, ni siquiera de tránsito hacia otra nación de destino.
Es necesario e indispensable que nos protejamos y defendamos de esa nueva modalidad de lacra social, económica y delincuencial. No importa de qué país del mundo vengan. Defendamos la vida y seguridad de la población peruana.