Punto de Encuentro

EL ESTADO Bajo La Lupa

UN LIBRO CON UN MAR DE TEMAS CONVERGENTES SOBRE CÓMO HACER UN BUEN GOBIERNO
 

Por: Abraham Fudrini.

He terminado de leer la tercera edición del libro titulado “EL ESTADO Bajo la Lupa”, del economista, jurista y empresario Marco Antonio Arrunátegui. Se trata de una antología de variados artículos que descubren, ante el público y el escenario oficial de la política, a un personaje de primer nivel en Perú.
En sus trescientas cincuenta páginas he descubierto a un político e intelectual que conoce a fondo los diferentes problemas y variados asuntos del Estado, que hace directa y amistosas recomendaciones, críticas, sugerencias y observaciones a los últimos presidentes y ministros peruanos conocidos, hacia quienes se dirigió con propuestas, soluciones creativas que ha estudiado durante su formación académica y recogidas creativamente de sus viajes por muchos países del mundo.
Cualquiera que conoce su rica trayectoria académica no se sorprendería de mi opinión personal, porque él estudió post grado de economía en La Sorbona de Francia, Universidad que en ese momento de su juventud, era considerada una de las mejores del mundo, especialmente en sus áreas de economía y ciencias sociales. Sin embargo, después de estudiar su libro y tener conocimiento básico de su vida profesional, tengo la impresión que también su larga y exitosa carrera empresarial fue determinante para convertirle en un evidente líder nacional.
Con su desarrollo empresarial su formación se enriqueció y su óptica para entender y plantear soluciones para la economía peruana, en tiempo de globalización, le convirtió en uno de los más connotados analistas peruanos. Él tiene una lectura de la realidad peruana desde el ángulo de un país desarrollado (vivió más de dos décadas en ellos) y desde un profundo conocimiento de Perú, que le facilitan resolver los asuntos económicos y sociales de nuestro país.
Desde mi punto de vista, sus análisis, casi todos, son objetivos, actuales sobre la realidad político-social, en algunos casos determinantes, por ejemplo al afirmar que es imprescindible cambiar la presente estructura del  Estado por otra diferente. Sobre  este  tema central  para  Perú,  nos  dice:
“… la Reforma del Estado es una tarea urgente pero a la vez incomprendida. Todos sabemos que debemos hacerla, pero casi nadie sabe cómo…” (…) “Discrepo con quienes solo quieren modernizar el Estado”. (“EL ESTADO Bajo la Lupa” Págs. 23 y 32). “Estado, como forma de organización política y Derecho, como conjunto de normas; rigen el funcionamiento de una sociedad. El Estado de Derecho existe en aquel país en que el poder del Estado se encuentra limitado por el Derecho” (Pág. 37).
El autor del libro mantiene y defiende un punto de vista fundamental para todo político demócrata relacionado con los filósofos clásicos y primeros teóricos del Estado, los contractualistas Thomas Hobbes, John Locke y Juan Jacobo Rousseau, quienes consideran como fundamental que el nuevo Estado que nace del “estado natural” de los hombres (antes de la civilización) tenga el papel fundamental de proteger a los hombres y darles seguridad a sus vidas, sus libertades y sus propiedades (la propiedad es una ley natural agregada por J. Locke). Para ellos es elemental e imprescindible esta tarea ineludible del Estado.
Marco Antonio Arrunátegui defiende esta posición al afirmar que: “Es de vital importancia garantizar la seguridad ciudadana, al punto que sin ella no se concibe la existencia del Estado”. (Pág. 45).
Se comenta que un pequeño grupo de especialistas que asesoran al autor del libro comentado, están preparando una propuesta nueva y revolucionaria para transformar la estructura del Estado vía una reforma constitucional.
Cualquier político, de todos los partidos, que se haya propuesto ser presidente, vicepresidente o congresista de Perú, debe ser bien recibido con los brazos abiertos y alentado. Nadie tiene derecho a poner mala cara o marginar a ningún viejo o nuevo candidato, todos los militantes deben ser vigilantes en tener las puertas abiertas a todas las candidaturas defendiéndolas, sobre todo a los nuevos rostros de todas las generaciones, especialmente cuando se trate de un rostro nuevo de cualquier generación que cumpla con los requisitos para postular en las próximas elecciones generales como candidato. Rostro nuevo en política interna y partidaria quiere decir que no haya sido elegido para vicepresidente, diputado, congresista, parlamentario andino o gobernador por la organización política por la que postularía. Las nuevas generaciones reclaman nueva “clase política”.
El caso del Partido Aprista Peruano (PAP) es que viene sufriendo el grave problema de tener divididos a los apristas, siempre hubo UNO en la cabeza (Haya de la Torre y después de su muerte Alan García), hoy hay DOS que no encabezan y no resuelven sino mantienen el caos, la debilitación orgánica, la pérdida de legalidad, la falta de unidad que se expresa en parte considerable de la militancia aprista del PAP, desde la muerte de Alan García, que se ha dividido y nucleado alrededor de dos personas, no por razones ideológicas sino personales que han hecho que se constelen dos grupos que no han tenido capacidad ni voluntad de acercamiento desde 2019 y han mantenido una pelea muda hasta el extremo de llevar al PAP a su muerte legal, que felizmente ya se superó y ha vuelto a recobrar su vida en el escenario oficial de la política.
Esta división en dos grupos testarudamente irreconciliables, hoy podría servir para aprovechar la oportunidad o coyuntura electoral y acercarse para arreglar la distribución de las cuotas de poder para candidatos presidenciales, congresales, etc., por los cuales votarían los miembros de los dos grupos. Sin embargo, para ellos esto sería como clavarse un puñal en el pecho, ya que el mundo aprista dentro y fuera del país está alerta en todo lo que conspiran, intrigan y pretenden, los operadores de los experimentados políticos.
Cierto que existente contradicciones al interior del Comité Nacional Ejecutivo (CEN), igualmente al interior de la Comisión Política (CP), sin embargo los que critican no han logrado forjar una tendencia sólida con mínima autonomía, en el futuro próximo probablemente lo logren. Si algo así sucediera, habría mayor probabilidad de resolver la presente crisis, con nuevas relaciones y alianzas entre las tres probables tendencias. De esta manera también se estaría descontaminando el PAP de la ignorancia, falta de nivel para representar al Partido Aprista Peruano, la vulgaridad, la pillería política que siempre se forma por los deshechos e inmoralidades que se cometen y que se olvidan, tapan o no se quieren recordar, pero que permanecen para quedar como un sarro de la vida partidaria.
Retornando al tema central, es muy complejo abordar los múltiples, diferentes, variados y específicos temas que el economista, jurista y empresario Marco Antonio Arrunátegui escribe en su muy importante libro: “EL ESTADO Bajo la Lupa”, que desde mi punto de vista puede ser una base para elaborar un rico, creativo y amplio Plan de Gobierno. De toda esta rica variedad y debido al límite que debe tener este artículo, solo puedo esta vez destacar la importancia del autor en el mundo de la pequeña y micro empresa, que representa y genera empleo para las tres cuartas partes del total de trabajadores de Perú, muchas de estas personas conocen a Marco Antonio Arrunátegui por su trayectoria institucional en las Mypes (antes Pymes).
Termino este artículo con una cita que está en su libro y que amplía la probabilidad de una mejora económica para Perú:
“… fui dirigente nacional de este sector hace varios años y he seguido de cerca su creativo y sacrificado destino. Conozco la génesis de estos “empresarios emergentes” (como llama Schumpeter a los que logran hacer empresa a pesar de las adversidades); he vivido de cerca sus penurias, pero también he disfrutado de sus éxitos; razones por las cuales la Cámara Nacional de Comercio (CONACO) me honró con el encargo de Presidente del Consejo Consultivo de ese gremio empresarial” (Pág, 148).

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