Punto de Encuentro

El Congreso peruano y pedagogía de la inequidad

Por: David Auris Villegas

davidauris@gmail.com

La pavorosa ignorancia de la realidad peruana y una limitada visión de desarrollo por parte de la mayoría de los congresistas, junto con su ridículo patrimonio moral, han estropeado la imagen del Congreso de la República. Lejos de coliderar el destino del país y ser referentes de la juventud y la infancia, ellos se esfuerzan por impulsar una pedagogía de la inequidad y exclusión, a través de sus torpes acciones y leyes que poco favor le hacen a la ciudadanía.

Para ser elegido congresista, según el artículo 90 de la Constitución Política del Perú, no exige estudios o experiencia laboral. No obstante, de acuerdo con el analista político Juan Sheput, un congresista requiere conocimientos y dominio de códigos y costumbres de la política para legislar. Esta carencia cognitiva promueve la presencia de numerosos legisladores que se enfocan a obtener el mayor provecho del botín congresal, sin importar sus votantes.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible 4 al 2030, esboza que la pedagogía de la equidad permite acortar las brechas económicas y busca el desarrollo sostenible desde una política de Estado. Este objetivo no solo impulsa el sistema educativo, sino también las figuras públicas, como los congresistas, quienes son referentes que, mediante sus acciones y leyes, pueden impulsar más equidad.

Sin embargo, estos congresistas, en lugar de legislar leyes que fortalezcan la educación para la equidad y la inclusión a nivel nacional, prefieren proteger sus intereses particulares. Aprobaron la Ley 31751, con el propósito de reducir los plazos de prescripción de diversos delitos, lo que permite archivar los procesos judiciales a muchos políticos y funcionarios corruptos.  Esto propicia la impunidad y acentúan las disparidades sociales, generando mayor inequidad.

Asimismo, los legisladores, en virtud de la ley, fomentan la inequidad, al otorgarse bonificaciones. En el colmo de lo absurdo, estos legisladores recibieron la suma de cuarenta y tres mil soles en el mes de diciembre del año 2023, mientras que el sueldo mínimo es de mil soles. Esto significa que cada congresista ha obtenido el sueldo de 43 personas.

Otro emblemático ejemplo del Congreso es la tendencia a "mochar sueldos". Los congresistas, al recortar el sueldo a sus propios empleados dentro del Congreso, están extorsionando a sus trabajadores, señala el analista político Richard Arce. Al observar estos actos, los jóvenes y los infantes algunos de ellos repetirán la historia produciendo mayor pobreza.

No solo educan los maestros de escuela. Los congresistas como personajes públicos educan a la sociedad con sus acciones. Ellos están obligados a impulsar leyes que favorezcan la equidad y la inclusión, de lo contrario estarán defraudando a sus votantes y a la ciudadanía.

© David Auris Villegas. Escritor, columnista, profesor universitario y creador del ABDICV

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