Por Roberto Rendón Vásquez
Debido a la falta de un eficaz combate y extinción de la criminalidad – “destacando” la extorción, chantaje, sicariato, asesinato, raptos, robos, etc. – que agobian a las poblaciones, estas vienen reclamando y exigiendo a las autoridades que el Estado las resuelva; hasta han recurrido a realizar paros – similares a huelgas – para protestar por la inseguridad. Lamentablemente los responsables en los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial – éste en la administración de justicia conjuntamente con el Ministerio Publico – no resuelven real y efectivamente el problema. Pese a “los paros” de protesta, la criminalidad cada vez se incrementa más. ¡La persecución a la delincuencia requiere efectividad sin dilaciones con imposición de penas real y verdaderamente severas!
Para una lucha efectiva contra la delincuencia no basta el actuar de la Policía Nacional y los procesos investigatorios de Fiscales y las acciones judiciales penales contra delincuentes detenidos, sino, además, la consiente y auto disciplinada organización de todos los vecindarios para prevenir la realización de actos y/o hechos delincuenciales, y que todos (los vecinos) con valentía e hidalguía ayuden a salvar a una persona que en las vías públicas está siendo objeto de asalto y/o hurto y/o robo de sus bienes, para que la Policía detenga al delincuente.
Los vecinos desde sus viviendas o estando en calles si observan que una persona es víctima de delincuente(s), sin perjuicio de llamar a la Policía y/o al Serenazgo distrital, puede a viva voz, invocar a los vecinos que salgan a la calle a enfrentar al/los delincuente/s que están agraviando a una persona. Esto es posible hacerlo y frecuentemente por informativos televisivos o informes periodísticos se conoce que grupos de vecinos han logrado inmovilizar a un delincuente hasta que llegue la Policía. Son experiencias importantes que hay que comprenderlas e imitarlas en todos los barrios.
Lamentablemente las autoridades competentes no han evidenciado iniciativa para concientizar a las poblaciones (en barrios de cada distrito) de la peligrosidad delincuencial que asalta, hurta, roba hasta asesina para apoderarse de bienes de sus agraviados; tampoco les han invocado que adopten medidas de seguridad para que las personas – muchos son mujeres, ancianos y niños – no sean víctimas de delincuentes. Tampoco las autoridades – incluyendo las municipales – han invocado a los vecinos de todos los vecindarios distritales, que sus familias estén debida y conscientemente organizadas y con autodisciplina se preparen y capaciten para, no solo evitar ser víctimas de delincuente/s, sino para que todos unidos enfrenten a los malhechores, aunque éstos estén movilizados en motocicletas o vehículos y simultáneamente uno de los vecinos organizados llame urgentemente a la Policía y/o al serenazgo municipal. Evitaran que el delincuente/s fugue/n.
No es inmoral y/o ilegal que los vecindarios constituyan especie de asociaciones con la finalidad de auto proteger a sus familias de los malhechores. En cada familia el padre, la madre, y los hijos y quienes vivan con ellos en sus hogares pueden y deben voluntariamente constituir “el grupo vecinal” y recibir el apoyo constante de los municipios y de la Policía – de las Comisarias o Puestos – para que constantemente los orienten y capaciten para enfrentar la criminalidad. Esto, inclusive, servirá a la institución policial y a los municipios como apoyo a sus funciones institucionales y/u laborales contra la delincuencia individual y/u organizada. Incluso – si los vecinos así lo deciden – los municipios pueden colaborar legalmente para que cada organización vecinal tenga su legal personería jurídica. En el Congreso puede aprobarse una Ley que en los Registros Públicos no se cobre suma alguna por el Registros de las instituciones vecinales constituidas para defenderse de la delincuencia.
Los vecinos de todos los barrios se conocen mutuamente: Esto debe concientizarse y practicarse habitualmente. Es un medio de garantía para todos, sobre todo para las mujeres, niños y ancianos. Esto ayudará a todos a salvaguardar sus hogares y bienes que pueden ser objetivo de los delincuentes. El conocerse a todos, podría servir también para “descubrir” las casas (guaridas) de delincuentes incluso de los que están en fuga de la Policía y la justicia. La información sobre tales delincuentes es absolutamente reservada y nunca nadie podrá conocer quien dio la información a los custodios para ubicar y detener a los delincuentes. La Policía y los administradores de justicia tendrán una oportuna y constante colaboración confidencial (con garantía legal) de los vecinos.
Los políticos electos para el Legislativo y/o Ejecutivo y todas las respectivas autoridades pueden y deben concientizar, capacitar, organizar (con auto disciplina) para que voluntariamente en cada barrio de todos los distritos, se organicen como familias. Estas pueden auto protegerse de la delincuencia y realizar actividades deportivas, artísticas, sociales entre las familias, padres y/o madres, los hijos y los abuelos. El beneficio de la auto organización con auto disciplina será múltiple, con honestidad, amor filial y unidad.
¿Lo impulsarán las instituciones públicas? Depende de su capacidad como autoridades para comprenderlo y hacerlo sin dilaciones.