Punto de Encuentro

Seres brillantes

Este sábado 21 de marzo es el día del Síndrome de Down. Por varias razones quise escribir acerca de estas personas dotadas de un plus genético, que pese a alterar en distintos grados algunas de sus funciones físicas y psíquicas, son seres excepcionalmente brillantes, más allá de la regla.

Mientras hacía este artículo me puse a buscar cifras de cuántas personas con Síndrome de Down hay en el mundo, pero no hallé estadísticas oficiales. ¿Saben por qué? Sencillamente, porque varios gobiernos no cuentan con los datos ya sea por falta de políticas de salud, dejadez o por la propia decisión de los padres muchas veces marcada por los prejuicios sociales.

Lo que sí está demostrado es que cuando los padres tienen más de 30 años, uno de cada 400 mil niños nace con habilidades especiales. Si son mayores de 40, la cifra varía a uno de cada 100 mil.

No puedo negar que siempre me pareció tan aberrante, ilógico e ignorante considerar “menos” a los niños con Síndrome de Down cuando son ellos los que tienen algo más, ese “extra” del cromosoma 21 que nosotros no tenemos y que a ellos los hace más. Más amorosos, más nobles, más inocentes, más sinceros, más delicados, más gente.   

Hace unos días el programa “Domingo al día” que transmite América Televisión denunció como un pseudo colegio que se hace llamar gran escuela les negó a dos familias la matrícula escolar simplemente porque sus pequeños son “especiales”. Algo tan indignante y retrógrado en estos tiempos de discursos de inclusión social e integración que no merece otra cosa que una real sanción por parte del Ministerio de Educación y una desaprobación social sin reparos.

Considero que así como el Día de la Mujer, de la Madre, del Padre, del Niño, entre muchos otros, el del Síndrome de Down, no debe quedarse en una mera fecha de quienes más les gusta golpearse el pecho, sino debe servir para pensar en qué estamos haciendo como padres, vecinos, conocidos o simplemente ciudadanos para que los derechos de éstas personas sean reconocidos y nadie nunca más se atreva a vulnerarlos.

Que el Día del Síndrome de Down sirva también para hacer ayuda social y dejar atrás esos pensamientos trágicos absurdos o comentarios fuera de lugar al ver esos achinados ojitos y esas sonrisas únicas insuperables.

@pricoaldia

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