Punto de Encuentro

Una nueva ola de contagio a la política ataca al Perú: entre el cáncer y Covid-19

Resulta oportuno parafrasear en el ámbito político; de situaciones sanitarias que ocurren hoy día en el mundo y en nuestro país, que han generado graves estragos no solo en lo sanitario, sino en lo económico, social y político. Me refiero a la pandemia del Covid-19, cuyos efectos dolorosos lo vivimos y por mucho tiempo nos acompañará. Pero la razón de esta reflexión -a pesar de ser importante- no es esta patología, sobre lo que hemos reflexionado semanas atrás.

Debe merecer especial interés de los peruanos, que una ola de contagio en lo político, pretende acabar con la poca esperanza que les queda a los peruanos de recibir de la política las condiciones que le permita tener un futuro para vuestros hijos. En un esfuerzo eficaz, el señor Vizcarra y Daniel Salaverry han cerrado un acuerdo para participar en un partido “vientre de alquiler”, en el próximo proceso de elecciones generales de 2021. Esta sinergia macabra, aspira a diluir lo poco de ética y dignidad que contiene la política.

Si hay un signo que distingue a ambos personajes, es la “traición”, así, inclusive lo describe una reconocida periodista, defensora a ultranza de la gestión del “corrupto”, Vizcarra, que ve con entusiasmo esta alianza siniestra, cuyo vaticinio amenaza con que la “locomotora” Vizcarra, puede poner en Palacio al impresentable Daniel Salaverry. Esta posibilidad no es remota ni mucho menos descartable, si solo revisamos los últimos acontecimientos que han sucedido en nuestro país. Las protestas “pacíficas” y las encuestas financiadas con recursos del erario nacional, han reemplazado a las urnas, y el voto ciudadano como expresión y base de legitimidad de la que están embestidas las autoridades políticas.

Tanto Vizcarra como Salaverry, uno con graves denuncias de corrupción por pedir “sobornos” como condición para otorgar obras cuando era gobernador en Moquegua y el otro, ha sido denunciado por la Fiscal de la Nación, por apropiarse ilegalmente de los recursos que se le asignaban para gastos de representación cuando era Congresista. No hay que ser avispado para entender que participan en el próximo proceso electoral, no para contribuir al desarrollo del país, sino para a través del Congreso, presionar y dilatar por los graves cargos de corrupción que pesa sobre ellos, que la justicia los tiene cercados. El vacado, Vizcarra, luego de la “puñalada” a PPK, se ungió como Presidente por sucesión constitucional y a partir de esa importante función arremetió contra la institucionalidad, impulsando una reforma política, que con apoyo de la mayoría de medios de comunicación, influenciaron en la opinión pública, para convencerlas de que esta era la solución a los endémicos males de nuestro Pueblo.

Si hay algo en que Vizcarra ha insistido, es en la eliminación de la Inmunidad Parlamentaria, que a su decir, el congreso la usaba como manto de “impunidad”, no muy lejano en recuerdo esta, cuando el “corrupto” Vizcarra se desplazaba por plazas diciendo “que al Congreso no deberían acceder políticos con procesos penales”. Ahora nuevamente traiciona al país, quiere llegar al Parlamento para utilizar su poder y perturbar las graves investigaciones que pesan sobre él, por pedir “coimas” y Salaverry si bien no saldrá elegido presidente, tendrá apoyo en el Congreso para impedir las investigaciones que por corrupción pesan sobre él, nada más repudiable nos puede pasar, quizás peor que la pandemia.

Vizcarra y Salaverry, van a contagiar a la política con efectos letales impredecibles, son como el cáncer y el Covid-19; cómo estás dos patologías interactuarán para carcomer lo poco de esperanza que le queda a la Institucionalidad democrática. Ambos son un par de embusteros, que no solo deberían ser condenados por la justicia ordinaria, sino por los votos del pueblo, para rechazar con desprecio a estos personajes, directos responsables de la crisis que vive el país.

Milagros Salazar de la Torre.

 

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