Punto de Encuentro

Revocación de mandato, ¿qué es?

El pasado 14 de septiembre de 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador, publico el "Decreto por el que se expide la Ley Federal de Revocación de mandato" que entró en vigor en el mismo mes de septiembre.

En el decreto, se define en el artículo 5 de la siguiente manera: "El proceso de revocación de mandato es el instrumento de participación solicitado por la ciudadanía para determinar la conclusión anticipada en el desempeño del cargo de la persona titular de la Presidencia de la República, a partir de la pérdida de la confianza."

En otras palabras, es -en teoría- la herramienta que tiene la ciudadanía para revocar las facultades al presidente.

Ciertamente, es una definición muy ambigua. Sin embargo, el propio decreto estipula que para proceder, deben ser al menos el 3% de las personas inscritas en la lista nominal de electores  de un mínimo de 17 estados, según lo dispuesto en el artículo 7.

Hasta aquí, todo va medianamente bien, pues es un decreto dicta ciertos requisitos para su procedencia.

Lo curioso viene más adelante, cuando el propio decreto establece que puede solicitarse por una sola vez, dentro de los 3 meses siguientes a que haya terminado el tercer año de mandato del presidente.

Explicaré lo anterior, en México se toma posesión el 1 de Diciembre; entonces, tienes hasta marzo, de 3 años después para solicitar la revocación del presidente.

La pregunta en las boletas debe dar opciones: a)    Que se le revoque el mandato por pérdida de la confianza o; b)    Que siga en la Presidencia de la República.

Para que sea válida la votación, deben votar al menos 40% de las personas inscritas en la lista de votantes y, para que se revoque de su puesto al presidente  debe ser porque se decidió mediante mayoría absoluta, ósea, la mitad de las personas que voten más uno.

Una vez más,  todo se lee muy bonito. Ahora pasemos la realidad de México y Latinoamérica, donde la cultura es conocida por ser corrupta, por pisotear al prójimo y, no respetar las leyes.

Si el domingo, la gente sale a votar, y vota por la revocación, hay alguien que de verdad crea que Andrés Manuel López Obrador (el que hizo mitin por años en la Avenida reforma por una supuesta trampa en las elecciones presidenciales) aceptará la votación y entregará su puesto.

¿Hay alguien en México,  en el Perú,  en Ecuador, en España que crea que el presidente se retirará de su cargo voluntariamente?

Este decreto, como la mayoría de las leyes en México, adolecen de lo más importante, la ejecución. Es decir, una ley o decreto o reglamento puede ser redactado muy bien y con las mejores intenciones, empero, el caso es que sí suceda lo que se plasma en el papel legislativo.

Lo verdaderamente deplorable es que, la política en México,  es cada más y más ruín. Lo dicho, porque el presidente ha atacado directamente al Instituto Nacional Electoral y está intentando que desaparezca, cuando es el Instituto quien debe dar certeza de la votación del próximo domingo.

Curiosa situación,  el presidente hace una votación para conocer la opinión de la gente, pero ataca a la institución encargada de darle certeza jurídica.

El domingo, la gente no debe salir a votar, la mejor forma de mostrar su inconformidad y molestia con el gobierno es abstenerse de votar.

En conclusión, la revocación de mandato es, en un mundo ideal la votación para quitar el presidente; eso expresa el papel, pero en realidad, es otra forma de usar las leyes para hacer política barata en un país que no tiene un gobierno capaz y deseoso de ayudar y apoyar a los conciudadanos, sólo está ávido por hacer más campañas políticas para derrochar el presupuesto.

 

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