Punto de Encuentro

El Sodalicio en Argentina

Por Dr. José Mario Azalde León

A propósito del artículo de Mario Vargas Llosa sobre el caso Sodalicio publicado en el diario El País de España, es necesario resaltar que esta organización fue un gran pulpo a nivel internacional. Sus contactos llegan a muchos países y, sobre todo, a gente muy poderosa. Es posible que ese sea el motivo por el cual todavía siguen operando impunemente mediante organizaciones como la Universidad Católica San Pablo de Arequipa (extrañamente, las cabezas de esta universidad siguen siendo las mismas, incluso después de la caída y destierro de Luis Fernando Figari a su dorada celda romana).

Uno de esos tentáculos llegó a la Argentina de la mano del actual Papa Francisco, entonces Cardenal Jorge Mario Bergoglio. Hay que precisar que fue, posteriormente, el mismo Bergoglio, quien los expulsó de la Argentina.

Acá la breve historia.

Cuando el Cardenal Bergoglio les pidió a los sodálites venir a realiza su labor “apostólica” a la Argentina, jamás se imaginaron que el entonces primado de la Iglesia Argentina, los recibiría en la escalinata del avión con los brazos abiertos.

Pero eso no fue todo. Jorge Mario les entregó para que estuvieran cómodos, la casa de verano del Arzobispado, un hermoso palacio ubicado en Olivos, cerca de la Quinta Presidencial.

Esa fue su primera residencia.

Sabiendo que su especialidad no era trabajar en las periferias sino con jóvenes adinerados, consiguieron establecerse en la Abadía de San Benito, en Belgrano. Para los que no conocen Capital Federal, Belgrano es una de las zonas más exclusivas de Buenos Aires. Como dicen los porteños, “zona cheta”. La “Abadía” era un terreno edificado de aproximadamente una manzana. Comentan que en muchas ocasiones se realizaba en este lugar el evento denominado “Casa FOA” (una actividad muy exclusiva sobre diseño de interiores y arquitectura).

Ya sabemos que la gran la debilidad de los sodálites no es solo la lascivia, sino el pujante mercado inmobiliario. Y mejor si la propiedad llega como donación o es arrebatada a ancianos en búsqueda de la salvación espiritual.

Lo interesante de esta historia es que, aun siendo Cardenal, Jorge Bergoglio los despidió de Argentina. El mismo que les pidió que vinieran, posteriormente les pidió que se vayan. En honor a la verdad, la decisión de Bergoglio fue sorpresiva. Obviamente tuvieron que devolver la majestuosa casa de verano del Arzobispado y compraron una propiedad en Pilar (zona perteneciente a la Provincia de Buenos Aires, a varios kilómetros de Capital Federal).

El sodálite Oscar Tokumura era el encargado del Sodalicio de Vida Cristiana en Argentina. Tokumura es citado por los periodistas Pedro Salinas y Paola Ugaz en sus investigaciones sobre las actividades non sancta del nefasto Sodalicio de Vida Cristiana.

Finalmente, ¿sabrá el diario El País, que uno de sus colaboradores peruanos fue miembro activo del Sodalicio de Vida Cristiana (ahora reconvertido en analista político)?

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