Por: Abraham Fudrini.
Analista Internacional
Antes de iniciar este artículo se debe responder a la pregunta siguiente: ¿qué diferencia hay entre el Consejo Europeo, el Consejo de la Unión Europea y el Consejo de Europa?
Los dos primeros consejos pertenecen a la Unión Europea (UE), que es un órgano supranacional integrado por países de Europa, quienes juntos con el Parlamento Europeo (único de los tres que es elegido por los ciudadanos de los 27 países) conforman la UE.
El Consejo Europeo está conformado por los jefes de Estado o de Gobierno de los 27 países de la UE y por los presidentes respectivos del Consejo Europeo y la Comisión Europea (única entidad con iniciativas legislativas que el Parlamento de la UE aprueba o desaprueba).
El Consejo Europeo y el Consejo de la Unión Europea son dos instituciones distintas dentro del marco de la UE.
Pero además existe también en Europa el Consejo de Europa que no pertenece al ámbito de los 27 países que conforman la UE, sino que está conformado por 46 países de Europa. Este Consejo de Europa es una organización internacional distinta y no pertenece a la UE. El Consejo de Europa no tiene nada que ver con la UE.
Víktor Orban, es primer ministro de Hungría y presidente rotatorio (cargo que dura seis meses) del Consejo de la Unión Europea, hasta fin de 2024, este alto funcionario visitó a Volodimir Zelenski, Vladimir Putin, Xi Jinping, Recep Erdogân, Donald Trump y Jens Stoltenberg (secretario general de la OTAN) y pudo tomar esta decisión personal porque, por ser húngaro y miembro de la UE, goza de confianza para visitar y ser recibido por los involucrados en la guerra entre Rusia y Ucránia. De esto se aprovechó para actuar sin la autorización de los demás líderes de la Unión Europea. Recordemos que Hungría es un pequeño país con menos de 10 millones de habitantes y una democracia formal que más parece una dictadura electoral, además hay que tener presente que Rusia está construyendo en este país una planta nuclear.
Víktor Orban declaró, antes de iniciar su periplo por la paz no acordado por la UE, que su objetivo central sería alcanzar un alto al fuego en Ucrania. Subrayó que no hablaría en nombre de la UE, pero afirmó que “si los europeos no conseguimos contener o detener esta guerra, seremos testigos, en los próximos meses, de pérdidas y acontecimientos más dramáticos”.
A la luz de los hechos, es evidente que la guerra de Rusia contra Ucrania ha seguido escalando en el uso de las armas y en los pronunciamientos de los líderes de la Unión Europea, de los EE.UU y de Rusia. El hecho de que algunos países de Europa, especialmente Francia, hayan enviado diferentes armas, hayan llevado militares e instructores y autorizado el uso de las armas de algunas naciones y de los EE.UU contra Rusia, sin duda es un indicador del escalamiento de una guerra que posiblemente podría derivar en una guerra mundial atómica.
Es verdad que los países europeos no están preparados para una guerra mundial o a gran escala, por esta razón los EE.UU instalará el año 2026, en una de sus 40 bases militares en Alemania, misiles Tomahawk con capacidad nuclear. Falta aún año y medio, por lo que no deja de ser una provocación discursiva. Sin embargo, el canciller alemán Olaf Scholf, ha recibido bien que EE,UU vaya a poner misiles de largo alcance. Por su lado, Rusia ha respondido que desplegará misiles de largo alcance con cabezas nucleares.
Ante el grave conflicto armado de Rusia contra Ucrania, el 18 de julio de 2024 Viktor Orban publicó una carta dirigida al presidente del Consejo Europeo Charles Michel, que fue considerada irónica y de aparente mala fe, debido a que no tuvo mandato para realizar esas visitas.
En su carta dijo que la guerra se intensificará en los próximos meses, que las dos partes, Rusia y Ucrania, rechazan la iniciativa de un alto al fuego, que Turquía es el único mediador con éxito desde 2022, que China seguirá pidiendo alto al fuego y conversaciones de paz, que ha observado, en la cumbre de la OTAN y en sus conversaciones con Donald Trump, que EE.UU está muy preocupado en la campaña presidencial, respecto al candidato republicano dijo que: “desea, a cualquier precio y con cualquier condición, un acuerdo para detener la ayuda occidental (…) y que para su campaña la política exterior desempeñaba un papel secundario”.
Donald Tusk, primer ministro de Polonia en una conferencia de prensa y en presencia de Volodímir Zelenski, dijo que la historia recuerda a políticos que dijeron trabajar por la paz justa, pero solo trabajaron para la capitulación.
Por su lado, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell afirmó enfáticamente que Viktor Orban “no representa a la UE de ninguna manera”.
Sin embargo, el primer ministro de Hungría ha previsto viajar, sin autorización de la UE, a Azerbaiyan para participar en una cumbre informal de la Organización de Estados Túrquicos (OTS).
Desde mi punto de vista está muy mal que Viktor Orban, sin la aprobación de los líderes de la UE, actúe con informal y peligrosa libertad, aprovechándose de su cargo de primer ministro de Hungría y, desde julio de 2024, presidente del Consejo de la Unión Europea. Él no tiene capacidad de hacer cambiar el rumbo de la guerra, pero su política informal le hace más fuerte y más popular, sin duda merece una amonestación de las autoridades de la UE. Además, le crean más duda la férrea defensa que de su cargo hace el islamista presidente de Turquía Recep Erdogân, quien no es miembro de la UE y también el creciente apoyo de la ultra derecha y las izquierdas dentro de los países de la UE.