Punto de Encuentro

USA 2024: Donald Trump vuelve a la Casa Blanca

  • Rafael Rodríguez Campos

El pasado martes 05 de noviembre casi 140 millones de estadounidenses concurrieron a las urnas para elegir a la fórmula presidencial (presidente y vicepresidente), 33 senadores, y a la totalidad de la Cámara de Representantes.

Antecedentes Electorales

Al respecto, antes de analizar los resultados de la elección, es importante recordar que el actual presidente Joe Biden, miembro del Partido Demócrata, era inicialmente el candidato para tentar la reelección. Sin embargo, debido a los problemas de salud que presenta decidió abandonar la carrera presidencial el 21 de julio de este año, cediéndole la posta a la vicepresidenta Kamala Harris, quien inmediatamente inició su campaña. Este dato es importante pues Biden (al retirarse de la competencia electoral) se convirtió en el primer mandatario en no tentar la reelección desde Lyndon Johnson en 1968.

Por su parte, Donald Trump, presidente electo para el periodo constitucional 2025-2029, se ha convertido en el primer candidato en postular a la presidencia de la República durante tres veces consecutivas. Antes, solo Richard Nixon lo había hecho pero sus candidaturas no fueron consecutivas (1960, 1968 y 1972). Asimismo, Trump también se convirtió en el primer presidente de USA en ser condenado por un delito, y en el primer político en candidatear a la presidencia con una condena penal en su contra.

Resultados presidenciales

Ahora bien, más allá de los cuestionamientos éticos a la candidatura de Trump, lo cierto es que en el conteo oficial del 06 de noviembre logró ganar en los estados pendulares, alcanzado 292 votos electorales (le bastaban 270), muy por encima de los 224 obtenidos por Harris. Además, logró convertirse en el primer candidato republicano en dos décadas en ganar también en el voto popular y en el segundo mandatario, tras Grover Cleveland, en ser reelecto de manera no consecutiva desde 1892.

Resultados congresales

A su turno, a la luz de los resultados que arroja el conteo oficial (al 06 de noviembre) podemos decir que el Partido Republicano tendrá mayoría tanto en la Cámara Alta (senadores) como en la Cámara Baja (representantes). En la primera obtendrá (seguro) más de 51 miembros de los 100 totales. En la segunda obtendrá (seguro) más de 218 de los 435 totales. Eso quiere decir, por ejemplo, que Trump no solo podrá aprobar las leyes que su Gobierno presente ante el Parlamento, sino también nombrar y confirmar a jueces conservadores en la Corte Suprema, hacer lo propio con los funcionarios de más alto rango y emitir (sin control) las denominadas órdenes ejecutivas.

El constitucionalismo norteamericano

Como podemos apreciar, los resultados de esta elección le han dado a Trump y al Partido Republicano un enorme poder político pues en términos prácticos están en condiciones de dominar los tres poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Si esa fuerza pondrá en peligro el principio de separación de poderes (pesos y contra pesos), que ha caracterizado a la democracia de USA, es algo que dependerá del compromiso que Trump y la élite del Partido Republicano tengan con este principio jurídico que ha sido la base del constitucionalismo norteamericano.

La palabra del vencedor

En esa línea, frente a los resultados obtenidos, pero antes de que sean oficiales, Trump no dudo en proclamarse ganador de las elecciones en USA frente a Harris, y dirigiéndose a sus seguidores dijo lo siguiente: “Quiero agradecer al pueblo estadounidense por el extraordinario honor de haberme elegido su presidente número 47. Se trata de una victoria política nunca vista. Hoy se inicia una edad dorada para nuestro país. Hoy empezamos a darle la vuelta a todo y lo haremos rápido”.

Asimismo, subrayó que USA le había dado un mandato poderoso y sin precedentes pues no solo habían ganado en el Senado y en la Cámara de Representantes sino también en el voto popular. Además, con respecto a su política exterior indicó que él había llegado no para empezar guerras sino para detenerlas. Además, recordando el episodio de su atentado dijo que Dios había salvado su vida para que junto al pueblo cumpla una misión: salvar a USA. Por último, indicó que había llegado el momento de dejar atrás las divisiones y unirse para alcanzar el éxito como norteamericanos.

La palabra de Harris

Por su parte, la vicepresidenta Harris señaló que como demócrata había felicitado a Trump por la victoria porque un principio básico en la historia constitucional de USA es que los candidatos aceptan los resultados electorales pues eso es lo que diferencia a una democracia de una tiranía. Acto seguido, se comprometió a colaborar con Trump y su equipo para llevar adelante una transición que garantice un cambio político pacífico. Asimismo, les recordó a los electores (sobre todo a lo más jóvenes) que creen que USA está entrando en tiempos oscuros, que el camino es largo y que deben recorrerlo siempre con la luz de la fe, la verdad y el servicio porque esos son los valores que han hecho grande a Norteamérica.

Las claves de la victoria de Trump

¿Por qué ganó Trump? Seguramente, más adelante -como ocurrió en 2016- habrá estudios que intenten dar respuesta a esta pregunta. Por ahora, nos animamos a proponer algunos apuntes preliminares:

  • Trump construyó un discurso (abiertamente populista, pero electoralmente efectivo) basado en proponerle a los votantes grandes mejoras económicas y bloquear el flujo de inmigrantes en la frontera (México) con la finalidad de cumplir con su eslogan de campaña “hacer que USA vuelva a ser grande”. Es decir, Trump supo capitalizar el miedo de los electores para convertirlo en insumo para su discurso y plataforma política. Recordemos que prometió impulsar la pena de muerte para migrantes que asesinen a ciudadanos de USA, por ejemplo.

 

  • En esa línea, también prometió (con gran eficacia electoral) la mayor deportación de la historia de USA (aunque nunca explicó cómo lo haría). Así como también crear y subir aranceles a los productos que provienen de aquellos países que son los adversarios comerciales de USA (para proteger a los productores locales), algo que según los economistas (incluso, republicanos) podría generar un aumento superlativo en los precios de muchos productos que son consumidos por los estadounidenses promedio (encareciendo la canasta familiar de los mismos).

 

  • En la otra orilla, los errores de los demócratas también jugaron a favor de Trump. Primero, la bochornosa renuncia de Biden a la candidatura. Y luego, la llegada de una Harris que no tuvo el talento político para convencer a los votantes (sobre todo de los estados pendulares) de que su administración no sería la continuidad de un Gobierno impopular como el de Biden. Ambos factores terminaron liquidando las opciones electorales del partido oficialista.

 

  • A propósito de ello, Trump también supo consolidar entre los electores una “mentalidad contra el oficialismo”. Es decir, logró que el votante (más allá de simpatizar con sus propuestas) castigará duramente al partido de gobierno. Se trata, como lo hemos anotado en anteriores columnas, de una regla electoral que no solo se viene presentando en América Latina sino también en otros países como Francia, Alemania, Japón , Polonia, Reino Unido, los Países Bajos, Polonia, Sudáfrica y Corea del Sur. Curiosamente, Trump que desde 2016 es la figura estelar de la política en USA terminó convenciendo a los electores (sobre todo de los estados pendulares) de que él representaba el cambio y la esperanza,

Lo que se viene

En medio de todo ello, este 20 de enero de 2025, Trump volverá a la Casa Blanca, con una fuerza mayor a la que tuvo en 2016, y frente a una oposición demócrata en crisis, que no cuenta con un liderazgo claro para cohesionar a la coalición anti – Trump, y que no lo tendrá mientras no sea capaz de idear un plan que les permita controlar los exabruptos del mandatario y capitalizar los errores del Partido Republicano de cara a las Elecciones Congresales de mitad de mandato.

En el plano social Trump se enfrenta a una nación con diferencias  cada vez más profundas y a un electorado que considera que su llegada al poder representa un riesgo para la democracia de USA. Así, por ejemplo, La Nación nos recuerda que cuando se les preguntó a los electores que influyó en su voto, aproximadamente la mitad de los mismos mencionaron el futuro de la democracia. Es más, los resultados indican que 2/3 de los votantes de Harris y aproximadamente 1/3 de los votantes de Trump dijeron que el futuro de la democracia era el factor más importante en sus votos.

¿Por qué los electores ven con temor el futuro de la democracia en USA? Quizá, porque millones de ciudadanos no olvidan que Trump se negó a reconocer su derrota en 2020 o que impulsó a sus partidarios a tomar por asalto el Capitolio de USA el 06 de enero de 2021, cuando el Parlamento estaba a punto de certificar la victoria del presidente Biden. Entonces, es la falta de apego por las reglas básicas del Estado de Derecho y la democracia, explican los analistas,  el factor que explica el temor que Trump infunde en millones de electores de USA.

Apunte final

En lo personal, luego de seguir paso a paso el proceso electoral en USA, no encuentro una mejor forma de cerrar esta columna que haciendo mía la reflexión expuesta por Antoni Gutiérrez – Rubí en El País de España:

“La victoria de Donald Trump es algo más profundo que la victoria electoral de un candidato, de una opción política o de una propuesta programática. Gana una manera de entender la vida en donde los adversarios son enemigos; la realidad una creencia; el Estado un lastre; y la vida una competencia descarnada y sin contrapesos en la que el mérito no define el éxito. Gana un estilo un modo de ser y vivir. Una identidad. Gana una manera masculinizada, agresiva, y desacomplejada de relacionarse con los demás, en donde el insulto zafio o el mote hiriente sustituyen a los argumentos y las razones. Gana el miedo y la rabia, pierde la confianza colectiva y el nosotros incluyente. Gana mi verdad y pierde la verdad”.

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