Punto de Encuentro

65 años de UE: Ora et Labora.

Terminada la Segunda Guerra Mundial, el futuro de Europa era incierto porque socio-económicamente hablando, la tecnoestructura exigía grandes mercados (acordes con Economías de Escala cada vez más competitivas y productivas), y Europa estaba compuesta de muchos pequeños países, superpoblados y destrozados por la destrucción bélica. Sin duda, se necesitaba un nuevo proyecto común, con valores y objetivos únicos, que conformaran un proyecto pacífico de prosperidad y bienestar para todos los europeos. Pero ¿cómo lograrlo? Durante toda la historia, estas avanzadas y “civilizadas” naciones europeas sólo habían hecho una cosa: odiarse y luchar entre ellas, compitiendo por la hegemonía militar y política de cada país sobre las naciones colindantes y de allende (colonias). Italianos, españoles, franceses, ingleses, austro-húngaros, alemanes, nórdicos, holandeses, belgas… todos habían competido por lograr construir su propio “imperio” explotando, saqueando o abusando de los demás, dentro y fuera de las propias fronteras europeas. Finalizada la Segunda Guerra Mundial, la historia les pasaba factura: eran un conjunto de países pequeños, pobres y desunidos. Parecía que al fin, a Europa le iba a tocar el rol de “gran perdedora” de la Historia Universal...

Pero un 09 de mayo de 1950, en el Palacio d’Orsay de Paris, a las 18 hs., el Ministro de Exteriores francés Robert Schumann, leyó la famosa  “Declaración Schumann”, en la cual, tres potencias  europeas (Francia, Alemania e Italia) ponían en común la producción del carbón, el acero y la energía atómica, renunciando cada una, al control nacional estratégico de los recursos de la industria armamentística, que pasaba a ser competencia común. Así, Europa empezaba a tomar las medidas adecuadas para progresar en paz, sustituyendo la guerra por la cooperación entre naciones vecinas. La noticia fue internacionalmente muy bien acogida, de forma que menos de un año después, se firmaba el “Tratado de París” ( 18 de abril de 1951) por el que se creó la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) y la Euroatom (Comunidad europea de la Energía Atómica), entre 6 países europeos: Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos.

Sólo 5 años después del “Tratado de París”, se firmó en 1957 el “Tratado de Roma”, de forma que los 6 países de la CECA/Euratom crearon la “Comunidad Económica Europea” (CEE) que consagraba la libre circulación de personas, mercancías y capitales, para la consecución de un Mercado Común europeo. La CEE fue un invento 100% liberal, que buscaba imponer el modelo sociopolítico de libremercado a 6 naciones prósperas y colindantes, en una Europa de Postguerra amenazada por la Guerra Fría (con la URSS y los países de la esfera de influencia soviética intentando expandirse geopolíticamente hacia Occidente). No obstante,  según el modelo original de Mercado Único se fue ampliando y acogiendo a nuevos países europeos como socios, los nuevos Tratados de unidad europea fueron adaptándose y mejorando, en aras de avanzar hacia una “ciudadanía única europea” con mecanismos de desarrollo y protección social idóneos, que redujeran las diferencias socioeconómicas entre los países miembros. A ese gran objetivo colaboró primordialmente el “Tratado de Maastritch” (07.02.1992), que consagró las instituciones comunes y la moneda única.

En poco más de medio siglo de apertura, la UE no ha parado de crecer, alcanzando su estado actual: 28 países unidos, con una población total de 506 millones de habitantes,  siendo la tercera región más poblada del mundo (sólo China e India la superan) y la cuarta por territorio (por detrás de Rusia, Estados Unidos y China). Pero lo que es más importante, es la tercera región del mundo en Renta per-cápita, sólo por detrás de EUA y Japón. Un ciudadano europeo, gana de media, cinco veces más que un chino, pese al auge económico de la región asiática.

Respecto a los que cuestionan a la UE por ser “burocrática” o un “despilfarro”, o que con tanto ahínco atacan a la Moneda Única (el Euro), habría que recordarles que toda la inestabilidad financiera y cambiaria mundial, incluida la crisis actual, tiene un único origen: los Estados Unidos de América (EUA), la nación más endeudada del mundo, que vive de hacernos creer que el patrón monetario internacional debe seguir siendo el “oro-dólar” que nos coló de refilón el Presidente Nixon en 1971. Los EUA aplican una falsa moral, predicando el “ajuste” económico mundial sin aplicarse su propia receta… Moralmente, son todo un fiasco.

Empleando cifras de la ONU a 2013, podemos afirmar que la UE es todo un éxito económico, tanto a nivel de control de la inflación, como a nivel de productividad y competitividad. La UE es el primer exportador de mercancías del mundo, con un 15% del total mundial, frente al 14% de China, el 11% de EUA y el 5% de Japón.  En exportación de servicios, la UE lidera el total mundial con un 25%, frente al 18% de EUA, el 6% de China, 5% de India o el 4% de Japón. Finalmente, la UE aporta el 56% de los Fondos de Ayuda al Desarrollo mundiales,  mientras EUA alcanza sólo el 24% seguida de Japón con un 8%.

El gran riesgo actual es que la crisis financiera mundial pueda terminar boicoteando el proyecto de una UE de los “ciudadanos”. Si los líderes europeos no relanzan su propio modelo, pierden perspectiva y se ahogan en temas coyunturales, el proyecto de la UE fracasará.

El intentar competir con los asiáticos, reduciendo calidad de vida de los trabajadores europeos, desarmando arancelaria y económicamente la UE, deslocalizando sus industrias para favorecer a países como China y la India que practican un “capitalismo salvaje” contaminante y con “dumping social”, es inmoral, y una necedad socioeconómica tanto para Europa como para el mundo.  El Estado del Bienestar -que quieren desaparecer los neoliberales-, es el refugio de la racionalidad intrínseca del Modelo de Economía Mixta de Mercado que defiende la UE, un proyecto de Economía Sostenible con integración Multicultural y Plurirracial, en un planeta cada vez más globalizado. Europa, con sus cerca de 60 lenguas regionales y minoritarias, y 24 lenguas oficiales, es un claro ejemplo de que, cuando la “clase política” tiene un irrenunciable proyecto común, el éxito está asegurado, por muy complejo que sea socioculturalmente hablando, el reto histórico a afrontar.

En estos momentos de Crisis Global toca liderar internacionalmente un proceso de integración, ahora mundial (globalización), con “reglas claras”, sin trampas (como las de la economía norteamericana) ni crisis de valores (como el falso capitalismo “totalitario” chino).  En ese sentido, el aliado clave de la UE debería ser una Latinoamérica unida o en proceso de integración (¿UNASUR, Acuerdo del Pacífico?). Toca otorgarle al mundo un modelo “civilizado”, con reglas de juego claras, laboriosidad y empeño. Como dice el lema de San Benito, patrono de Europa: “Ora et Labora”. La receta está clara: valores y sistema socioeconómico productivo, competitivo y equitativo, para un mundo, siempre mejor.

Gonzalo Alegría V.
Catedrático. Economista y sociólogo.

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