Punto de Encuentro

Europa denuncia en la ONU las "mentiras" rusas y busca más apoyo global

23 Septiembre, 2022

Internacional

Europa trató de desmontar este viernes ante la ONU las "mentiras" de Rusia en torno a la guerra de Ucrania y de evitar que los países del llamado "sur global" se alineen con Moscú en un momento de fuerte fractura internacional.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, dedicó buena parte de su intervención ante la Asamblea General de Naciones Unidas a responder a lo que Bruselas ve como una retahíla de falsedades usadas por Rusia para justificar su invasión y tratar de debilitar a Ucrania y sus aliados a ojos del resto del mundo.

"El Kremlin está llevando a cabo una guerra híbrida que combina la violencia armada con el veneno de las mentiras", dijo Michel, que insistió en que Moscú se ha movilizado contra un "enemigo invisible" que supuestamente le amenaza, cuando la realidad es que "nadie ha amenazado, atacado o invadido Rusia" y "nadie en Europa quería un conflicto".

También cargó el presidente del Consejo Europeo contra el argumento ruso de que tenía que intervenir en Ucrania para evitar un genocidio de los rusohablantes o contra su insistencia en hablar de "operación militar especial" y no de guerra.

"Es una guerra, una agresión no provocada, ilegal, injustificada que busca cambiar por la fuerza las fronteras reconocidas internacionalmente y eso no es aceptable", recalcó Michel, que condenó los referendos de anexión que se pusieron en marcha este viernes en regiones ocupadas y subrayó que nunca serán reconocidos.

El político belga aprovechó también para defender las sanciones impuestas por los Veintisiete y para dejar claro que no son en absoluto responsables de la crisis alimentaria y de suministro de fertilizantes que se vive en el mundo, tal y como dice Rusia.

OCCIDENTE BUSCA AL SUR

Europa ve en esos mensajes del Kremlin un intento de crear división entre Occidente y muchos países de África, Asia y Oriente Medio muy afectados por los efectos globales de la guerra.

Tanto la UE como EE. UU. han buscado en los últimos días acercamientos con el llamado "sur global" en los márgenes de la Asamblea General de la ONU.

La ministra francesa de Exteriores, Catherine Colonna, dijo hoy en una rueda de prensa que existe un verdadero riesgo de "división" en el mundo y apuntó que en los contactos de esta semana París ha buscado resaltar la solidaridad y combatir una narrativa rusa que busca fracturar y enfrentar a distintos bloques.

Según el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, los europeos deben hacer una importante labor explicativa dado que el peso del antimperialismo y del anticolonialismo en lugares como América Latina y África hace que algunos países tiendan a inclinarse hacia Rusia.

Para Europa, las amenazas con armas nucleares hechas por el presidente ruso, Vladímir Putin, hacen cada vez más difícil que alguien se ponga del lado del Kremlin y están aumentando su aislamiento.

En esa línea, Colonna dijo que Rusia se encuentra ante un triple problema: reculando en el campo de batalla, cada vez más sola en la escena internacional y con crecientes problemas domésticos dado que la gente no entiende una "guerra inútil, ilegal e injusta que no han elegido".

Fuentes europeas ven un distanciamiento con Rusia por parte de países de mucho peso como la India y destacan que, pese a su equidistancia, China ha condenado con mucha claridad las amenazas atómicas de Putin.

Los ministros de Exteriores de esos dos países tendrán su turno de hablar ante Naciones Unidas este sábado, cuando también lo hará el canciller ruso, Serguéi Lavrov.

JUSTICIA CLIMÁTICA

Como es habitual, la UE hizo hincapié en su intervención ante la ONU en sus medidas contra la crisis climática, pero las palabras más contundentes en este ámbito se escucharon de algunos de los países que más están sufriendo los efectos del calentamiento del planeta.

Tras las recientes inundaciones, el primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, exigió justicia para aquellos que se están convirtiendo en "zona cero" del cambio climático y que, a diferencia de las naciones industrializadas, no han contribuido al problema.

También intervinieron hoy ante Naciones Unidas varias islas del Pacífico que son especialmente vulnerables y que reclamaron medidas mucho más ambiciosas antes de que sea demasiado tarde.

Josaia Bainimarama, primer ministro de Fiyi, habló de una "guerra climática que la humanidad está librando contra sí misma, nuestros ecosistemas y el océano".

"Esta guerra no se lucha con balas y bombas, sino con apatía, negación y falta de coraje para hacer lo que todos sabemos que se debe hacer", dijo. 

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