La basílica de San Pedro, donde reposan los restos del pontífice emérito Benedicto XVI, recibió este martes a cerca de 70.000 fieles en la segunda jornada de las tres que se prolongará la capilla ardiente, informó la gendarmería del Vaticano.
En los dos primeros días de velatorio han visitado el templo unas 135.000 personas, según el recuento de la Santa Sede, muy superior a la afluencia que pronosticó inicialmente la delegación del Gobierno en Roma, de unos 35.000 visitantes diarios.
Solo el primer día en torno a 65.000 fieles acudieron a la capilla ardiente, que abrió sus puertas a las 9.00 horas (8.00 GMT) y recibió visitantes hasta las 19.00 (18.00 GMT).
Este martes la basílica abrió dos horas más, desde las 7.00 hasta las 19.00 horas (6.00-18.00 GMT), el mismo horario con el que operará el miércoles, último día en el que los fieles podrán dar el último adiós al pontífice emérito antes de que se celebre su funeral, el jueves 5 de enero.
Para las exequias, presididas por el papa Francisco el próximo jueves también en la plaza de San Pedro, se esperaba la presencia diaria de hasta 60.000 personas en la plaza de San Pedro del Vaticano, según las mismas fuentes, aunque puede que ahora esas estimaciones se revisen al alza.
La seguridad de la capital italiana se han reforzado con motivo de la capilla ardiente y el funeral del pontífice emérito Benedicto XVI, con la presencia de más de mil agentes de las fuerzas del orden y el cierre del espacio aéreo en la plaza de San Pedro durante el funeral, que presidirá el papa Francisco.
Es una circunstancia inédita que un papa celebre las exequias de otro pontífice. Aunque debido a los problemas de movilidad de Francisco es probable que se concelebren con el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin y el decano del Colegio Cardenalicio, el cardenal Giovanni Battista Re.
No será un funeral de Estado, al no tratarse de un pontífice "reinante", aunque contará con delegaciones oficiales de Italia y del país natal de Ratzinger, Alemania. Otras autoridades podrán asistir pero deberán hacerlo a título personal.
Ya han confirmado su presencia la reina emérita de España, Sofía, y el ministro español de la Presidencia, Félix Bolaños, así como el presidente polaco, Andrzej Duda, el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y el rey Felipe de los Belgas.
Después, el cuerpo de Benedicto XVI será enterrado en la cripta de la basílica de San Pedro, donde reposan otros pontífices de la milenaria historia de la Iglesia católica.
La tumba elegida por él mismo ha sido la que acogió los restos de Juan Pablo II, vacía desde que el cuerpo de este fuera trasladado a una capilla de la basílica de San Pedro con motivo de su beatificación en mayo de 2011.